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Comunidad Mapuche denuncia racismo ambiental y exige cierre de basural ilegal y reparación en Perquenco

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La Comunidad Mapuche Llancamil-Challacura, junto al lonko Juan Lincopi, denunció públicamente la persistencia de lo que califican como racismo ambiental en su territorio, tras décadas de contaminación sin solución por parte del Estado. Las denuncias, presentadas ante la Superintendencia del Medio Ambiente (SMA) y el Ministerio de Salud, apuntan a tres focos críticos de contaminación: un vertedero municipal abandonado, una planta de aguas servidas que vierte desechos al río local y una escombrera supuestamente ilegal en un predio particular.

Según la comunidad, estos problemas han envenenado la tierra y las aguas de Perquenco durante décadas, vulnerando derechos fundamentales en materia de salud, medio ambiente y derechos indígenas, sin que las autoridades actúen con eficacia.

Un vertedero municipal abandonado que sigue contaminando

El vertedero municipal de Perquenco, instalado en 1995 sin consulta indígena previa, es uno de los principales focos de preocupación. Pese a su cierre anunciado en 2010, el lugar nunca tuvo un plan de clausura adecuado y sigue funcionando como basural ilegal. La comunidad denuncia filtraciones de lixiviados a los pozos, contaminación de las aguas subterráneas, proliferación de vectores sanitarios y graves riesgos para las familias que habitan en los alrededores.

Planta de aguas servidas y escombrera ilegal

La comunidad también advierte sobre la planta de tratamiento de aguas servidas que descarga residuos al estero Perquenco, sin que se conozcan evaluaciones actuales de su impacto ambiental. Además, identifican una escombrera en un terreno privado, que estaría operando al margen de la normativa vigente.




Demandas urgentes y críticas al Estado

Entre las demandas prioritarias, la comunidad exige auditorías independientes a la planta de aguas servidas, la clausura definitiva del vertedero a través de un plan de cierre participativo y la fiscalización inmediata de la escombrera. Asimismo, solicitan la remediación de las aguas contaminadas y medidas concretas para proteger los recursos naturales y garantizar el respeto a los derechos indígenas.

“El Estado debe priorizar la vida y el territorio mapuche sobre intereses económicos y políticas de abandono”, señala el comunicado, subrayando que estas acciones son necesarias para cumplir con los estándares internacionales de derechos humanos. La comunidad también demanda acciones de reparación integral, incluyendo mitigación, restauración ecológica y medidas para salvaguardar la salud pública.

Un patrón de discriminación ambiental

El informe presentado por la Comunidad Llancamil-Challacura advierte que estos casos reflejan un patrón histórico de discriminación ambiental en La Araucanía, donde los residuos urbanos y descargas contaminantes se han concentrado sistemáticamente en territorios mapuche. Según recuerdan, el Comité contra la Eliminación de la Discriminación Racial de Naciones Unidas (CERD) ya exigió en 2009 medidas de remediación al Estado chileno, sin que hasta hoy se hayan resuelto los problemas de fondo.

“El cumplimiento de la consulta y participación, partiendo por las autoridades mapuche, es fundamental para cualquier solución”, destaca el documento, que concluye con un llamado a una respuesta integral del Estado que combine remediación ecológica y reparación histórica.



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