
Una primaria, dos proyectos: Jara desafía la hegemonía del progresismo tradicional
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Jeannette Jara lidera las encuestas y concentra el entusiasmo en la recta final de las primarias del oficialismo. Desde el comando de Carolina Tohá arrecian críticas al Partido Comunista, mientras el equipo de Jara apuesta por una campaña territorial, propositiva y sin confrontaciones. El nerviosismo se instala en la centroizquierda, y el mapa político comienza a moverse.
Con un Teatro Cariola repleto y una ovación sostenida, Jeannette Jara cerró el fin de semana con un acto que demostró no solo fuerza electoral, sino también el crecimiento de un fenómeno político que muchos, hasta hace poco, consideraban improbable. En ese escenario simbólico del centro de Santiago, la exministra del Trabajo presentó los principales ejes de su candidatura presidencial para las primarias del 29 de junio, donde se medirá con Carolina Tohá, Gonzalo Winter y Jaime Mulet. Y lo hizo con un discurso centrado en la autonomía económica de las mujeres, la lucha contra la violencia de género y el fortalecimiento de la seguridad pública.
“Las mujeres necesitan tener ingresos autónomos y que nuestro trabajo sea reconocido en igualdad con el de los hombres”, afirmó Jara ante una audiencia entusiasta. Habló con claridad sobre la necesidad de prevenir la violencia, fortalecer a las policías e intervenir el patrimonio del narcotráfico. “Vamos a levantar el secreto bancario, no se saca nada con detener al último vendedor si no se va tras los jefes de las bandas”, advirtió. Su intervención fue precisa, emocional y, sobre todo, política.
Mientras Jara llenaba teatros y universidades, desde el comando de Carolina Tohá se activaban señales de alarma. La exalcaldesa y actual ministra del Interior ve cómo su candidatura pierde fuerza en las encuestas y empieza a ser percibida como una opción en retroceso. Según el último sondeo de Panel Ciudadano, Jara lidera con un 40% de intención de voto, seguida por Tohá con un 34%, Winter con 21% y Mulet con 5%. Un escenario que hasta hace semanas parecía impensado, ahora se vuelve probable: que una mujer comunista, de origen sindical y sin disfraces, se imponga como candidata única del oficialismo.
El nerviosismo del equipo de Tohá no tardó en traducirse en una campaña de contrastes, con un giro hacia el anticomunismo que sorprendió incluso dentro de su coalición. En declaraciones que generaron polémica, Tohá aseguró que “donde ha gobernado el PC, ha cundido la pobreza”, mientras el presidente del PPD, Jaime Quintana, afirmó que “si gana Jara, gana Kast”. Una minuta filtrada desde el comando señalaba directamente que un triunfo comunista beneficiaría a la derecha.
Desde el Partido Comunista, sin embargo, evitaron escalar la confrontación. En línea con la estrategia de la candidata, el comando decidió no entrar en polémicas ni responder directamente a las descalificaciones. “No aceptaremos que se caricaturice nuestra candidatura ni que se desvíe la discusión”, sostuvo Bárbara Figueroa, secretaria general del PC. Y la propia Jara fue enfática: “Le resto dramatismo. Hoy el PC ya es parte del Gobierno. Y si soy elegida, seré la candidata de una coalición amplia, no de un partido”.
Desde El Siglo, el diario ligado al Partido Comunista, se confirmó la estrategia de campaña para los días finales: despliegue territorial, trabajo en redes sociales, mensajes simples y positivos, sin confrontación. Jara, dicen, se ha instalado con reales posibilidades de ganar y ahora el objetivo es mantener el equilibrio entre entusiasmo y prudencia. La campaña apunta a las mujeres, jóvenes, trabajadores y barrios populares, sectores donde ha logrado conectar con fuerza.
En este panorama, la candidatura de Jara ya ha generado un rediseño del tablero político. Como escribió el columnista de El Clarín, Félix Montano: “Lo impensado no es que alguien del Partido Comunista lidere las encuestas. Lo impensado es que esa figura se llame Jeannette Jara… y que esté a punto de barrer en unas primarias del oficialismo donde nadie pensaba que un discurso de izquierda clásica podía sonar tan nuevo”.
Montano describe con agudeza lo que muchos comienzan a advertir: Jara no es una outsider ni una invención de campaña. Es una política con trayectoria, con logros tangibles como la reducción de la jornada laboral y la ley contra el acoso, y con un discurso que no necesita adornos. “Mientras Tohá recicla el anticomunismo como argumento, Jara conecta con mujeres trabajadoras, jóvenes que ya no tienen miedo de decir que quieren cambios, y barrios populares que se cansaron de las promesas institucionales”, señala el columnista.
La tensión es evidente. Desde el Socialismo Democrático siguen las declaraciones altisonantes. El presidente del Partido Radical, Leonardo Cubillos, acusó al PC de “victimizarse”, y el secretario general del PPD, José Toro Kemp, afirmó que “la estrategia de victimizarse siempre es buena”. Pero estas críticas parecen no calar en el electorado, que percibe a Jara como una figura cercana, directa y comprometida.
Incluso Carolina Tohá intentó corregir el rumbo, negando que sus críticas al PC sean producto de anticomunismo: “He trabajado toda mi vida con el PC, lo he defendido y jamás he aceptado caricaturas. Pero eso no significa que no pueda tener diferencias”. Sin embargo, como apuntó Montano en su columna, la campaña de Tohá “huele a desesperación con logo, a pauta vieja con maquillaje nuevo”.
Mientras tanto, el PC apuesta a una campaña sin estridencias, enfocada en el contacto cara a cara, los volanteos en ferias, los encuentros comunitarios y la presencia en medios con mensajes propositivos. No habrá acto central de cierre: se priorizarán actividades descentralizadas en distintas comunas, con un hito simbólico el jueves 26 de junio, en el natalicio de Salvador Allende, frente al monumento al expresidente.
En ese contexto, Jara continúa sumando respaldo. Recientemente recibió el apoyo del alcalde de Puente Alto, Matías Toledo, y ha mantenido una agenda intensa en universidades y poblaciones. Su mensaje de justicia social, seguridad efectiva y derechos laborales no solo no asusta: convence. “En este Chile fracturado, su mensaje no suena radical. Suena razonable. Hasta evidente”, concluye Montano.
Las primarias de este domingo no son solo una elección interna. Representan una batalla simbólica por el liderazgo del progresismo en Chile. En juego está el relato, la orientación de la futura candidatura presidencial y la relación de las fuerzas oficialistas con su base social. Jeannette Jara, con su estilo sin adornos, aparece como la figura capaz de interpretar un anhelo de transformación que parecía dormido.
Si se confirman los pronósticos y Jara se impone el 29 de junio, la política chilena entrará en un nuevo ciclo. Uno donde los sectores populares vuelven a ser protagonistas y donde la izquierda, con una candidata comunista al frente, podría competir en serio por la presidencia. El temblor ya se siente. El desenlace está por verse.
Renato Alvarado Vidal says:
>Tohá aseguró que “donde ha gobernado el PC, ha cundido la pobreza”,
Supongo que doña suricata se refiere a China.