
El profesorado es visto hoy como un proveedor de servicios al cliente. Dejaron de ser considerados una autoridad respetada como el pilar de la formación cívica, intelectual y emocional de niñas, niños y jóvenes. Hoy, los profesores no solo enfrentan aulas sobrecargadas y sistemas curriculares rígidos, sino también situaciones de violencia, falta de respeto y desamparo














