El reconocimiento por parte del ministro de Asuntos Exteriores, José Manuel Albares, del “dolor y la injusticia” sufridos por los pueblos originarios de México durante la Conquista y la Colonia, que “lamentó”, provocó un alud de críticas por parte de la derecha española, incluso con peticiones de dimisión por parte del gobierno de la Comunidad de Madrid, que le exigió que