
El Acuerdo por la Paz y la Nueva Constitución no deja de ser un vulgar juego de pirotecnia con altos grados de provocación. Política y jurídicamente no cumple absolutamente ningún requisito para llegar a convertirse en una convocatoria a una Asamblea Constituyente, puesto que fue suscrito por un Congreso que no tiene atribuciones para presentar […]