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Daniel Manouchehri respecto al caso Hermosilla: «Creemos que hay un riesgo evidente de fuga»

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El caso Hermosilla ha desatado un escándalo de corrupción de magnitudes inéditas en Chile, revelando una compleja red que involucra a poderosas figuras políticas, judiciales y económicas. En un país donde la confianza en las instituciones ya es frágil, esta trama ha generado una ola de indignación y un llamado urgente a la justicia por parte de  los diputados Daniel Manouchehri y Daniella Cicardini, los querellantes en el proceso, quienes han solicitado la prisión preventiva para el abogado Luis Hermosilla, uno de los principales acusados.

En la tercera jornada de formalización, el diputado Manouchehri no escatimó en palabras para describir la gravedad del caso. “Nosotros creemos que están todas las condiciones para que el señor Hermosilla quede en prisión. La Fiscalía nos ha dado la razón respecto de que efectivamente estamos enfrente de una red de corrupción, que estamos enfrente de una verdadera banda, una pandilla”, declaró el diputado. Manouchehri subrayó el riesgo que representa Hermosilla, tanto por su influencia como por su capacidad para evadir la justicia. Recordó las propias palabras del abogado en grabaciones filtradas, donde sugería la posibilidad de huir del país si el caso se complicaba. «Creemos que hay un riesgo evidente de fuga», enfatizó, señalando que mantener a Hermosilla en libertad sería un golpe a la credibilidad del sistema judicial.

Por su parte, la diputada Cicardini destacó cómo el proceso de formalización ha ido desenredando una trama que parece no tener fin. “La formalización de Hermosilla ha dado cuenta de cómo cada vez se van sumando más nombres, más personajes de la política, del Poder Judicial, del poder económico. ¿Hasta dónde más pueden llegar los tentáculos de Hermosilla? No lo sabemos, esto es una ‘caja de Pandora’”, afirmó. Cicardini expresó su preocupación por la participación de instituciones públicas en el escándalo, lo que, según ella, justifica plenamente su rol como querellantes junto a Manouchehri. Ambos han enfrentado intentos de ser apartados del caso, lo que consideran como una forma de intimidación. “Sentimos que hay un amedrentamiento de parte de algunos, algunas voces que nos han pedido que salgamos de este caso, que tengamos cuidado”, denunció Cicardini, reafirmando su compromiso con la justicia y la democracia chilena.

El caso ha puesto en evidencia no solo la corrupción en altas esferas, sino también las debilidades estructurales del sistema judicial chileno. Los diputados han sido enfáticos en señalar que este proceso debe llegar hasta las últimas consecuencias, sin importar quiénes sean los implicados. Cicardini hizo un llamado a no permitir que Hermosilla, a quien calificó como un “peligro para la sociedad”, eluda la justicia, y reiteró la necesidad de una investigación exhaustiva. “Lo que no queremos es que se fugue además el principal personaje que hoy día está siendo investigado y que tiene mucho que aportar”, subrayó, haciendo eco de la urgencia por restaurar la fe pública en las instituciones.




Además de exigir la prisión preventiva para Hermosilla, los diputados han planteado la posibilidad de presentar una acusación constitucional contra el ministro de la Corte Suprema, Jean Pierre Matus. Según Manouchehri, Matus ha incurrido en conductas graves, como mentir sobre sus contactos con Hermosilla y adoptar los argumentos de la defensa del abogado. «En cualquier país serio, la mentira de una alta autoridad es una situación grave que incluso amerita la renuncia al cargo», sostuvo Manouchehri, quien considera que estos hechos podrían justificar la acción constitucional.

El escándalo Hermosilla, con sus ramificaciones en múltiples niveles del poder, se perfila como uno de los casos de corrupción más grandes en la historia reciente de Chile. A medida que el proceso avanza, los ojos de la ciudadanía están puestos en cómo responderán las instituciones, en un momento en que la confianza en el sistema político y judicial está en juego. Los diputados Manouchehri y Cicardini han dejado claro que no cejarán en su lucha por la justicia, convencidos de que la prisión preventiva para Hermosilla es una medida imprescindible para asegurar que este caso llegue a su fin sin interferencias y con la verdad completamente expuesta.



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