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Lago Vichuquén: Radiografía de Chile

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“Salgan de mi playa” ha sido la expresión simbólica  de la prepotencia que exhiben los chilenos adinerados. Las pobres gentes, esos ciudadanos chilenos sin propiedades, más  que su trabajo, han debido sufrir los traumas del desprecio, la ofensa y la expulsión, sin chistar.

Ahora nuevamente se confirma este trato vejatorio para con otra chilena, actriz y propietaria de una residencia en el lago Vichuquen, a la que se le bloquea el paso de acceso al borde del lago, por parte de los propietarios que poseen sus casas a la orilla misma de la playa. Por ley tienen varios pasos para visitantes y residentes en segundo y tercer nivel de altura respecto a la playa, pero sacaron “ concesiones” truchas que autorizan a los privilegiados del borde a obstruir, cerrar o bloquear el paso de las demás  personas.

Esto refleja el estado de arbitrariedad privatista que existe en este país.

Como soy de la zona, contaré  una anécdota  que relató  un capitán de puerto en el lago Vichuquen a mi padre, hace más de una década atrás. El capitán  era funcionario de la Armada.




Hubo varias denuncias por navegación  peligrosa, a alta velocidad, de lanchas frente a la única  playa pública  del lago, con el riesgo de atropellar  a los bañistas.

Identificada la lancha, procedió  el capitán  a notificar al propietario. Lo atendió  el dueño de casa y enfurecido por este molesto episodio, despachó  al capitán de puerto advirtiéndole  que para otra vez se fijara con quien está  tratando, que con su poder lo puede perjudicar de manera que lamentaría  toda su vida.

Le dijo a mi padre, el advertido capitán, que estaba atado de pies y manos frente a ese tipo de gente, todos con vínculos estrechos en las altas esferas del poder político,  económico  y militar.

Como podemos ver, cada año en verano se siguen produciendo estos mismos abusos y nadie, ninguna autoridad, parece tener espaldas para enfrentar a los amos del patrimonio nacional.

No tenemos una democracia ciudadana, lo que tenemos es un despotismo del dinero. Por eso no pueden los sin casa aspirar a que el Estado expropie los terrenos tomados para que esos chilenos vulnerables accedan a sus viviendas, que ellos mismos pueden construir (vía  autogestión) permitiéndoles pagar con las mismas facilidades que dan los créditos inmobiliarios al 30% más favorecido de la población.

Nadie habla de regalar, se trata de igualar la cancha del derecho. No es sano para ninguna sociedad que ante necesidades vitales de las personas, prevalezca el derecho absoluto del propietario. Eso lleva al abuso, al conflicto y al desgobierno.

El derecho social viene proponiéndose desde el siglo XVIII, y en estos tiempos, en Chile, se ha borrado con el codo del poder, lo que en buena parte del siglo XX se institucionalizo’ como derechos social prevalente sobre el derecho privado, derecho privado que estuvo resguardado ampliamente, pero nunca se permitió  que fuera tan absoluto, que lleva a ser antisocial, como ahora.

 

Hugo Latorre Fuenzalida

 



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Hugo Latorre Fuenzalida

Cientista social

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  1. Felipe Portales says:

    Así es. Las grandes fortunas son los virtuales dueños de Chile hoy. La dictadura les entregó el país por medio de la extrema violencia. Y la Concertación legitimó, consolidó y profundizó pacíficamente todo aquello.

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