Chile al Día

Condenan a exmiembros de la Armada por secuestro y muerte de historiador en Valparaíso

Tiempo de lectura aprox: 2 minutos, 33 segundos

El ministro en visita extraordinaria para causas de violaciones a los derechos humanos de la Corte de Apelaciones de Valparaíso, Max Cancino, dictó sentencia en primera instancia en el caso del secuestro calificado, detención ilegal y aplicación de tormentos en contra de Félix Francisco Figueras Ubach, historiador, profesor universitario y dirigente del Partido Comunista. Los hechos ocurrieron el 11 de diciembre de 1973 en la ciudad de Valparaíso.

La sentencia condenó a Erwin Conn Tesche (contraalmirante), Juan de Dios Reyes Basaur (suboficial mayor) y Héctor Santibáñez Obreque (capitán de fragata infante), todos exfuncionarios de la Armada de Chile, a una pena de cinco años y un día de presidio mayor en su grado medio, como autores del delito de secuestro con grave daño en contra de la víctima.

Sin embargo, los tres imputados fueron absueltos de los cargos por aplicación de tormentos, y Reyes Basaur también fue exonerado del delito de detención ilegal.

Una sentencia tardía

La abogada querellante Carolina Vega, del Estudio Caucoto Abogados, valoró la sentencia, destacando que «se trata de un hito significativo para los familiares, pues han pasado 50 años y recién se ha dictado sentencia. La familia lleva esperando décadas por un poco de justicia y reparación, y recién hoy ven un avance significativo». No obstante, agregó que la pena impuesta es baja, por lo que se está evaluando una posible impugnación.




El rol de la Armada en la represión

La participación de miembros de la Armada en delitos de lesa humanidad se registró principalmente en los meses posteriores al golpe de Estado de 1973. Durante este período, numerosos oficiales y suboficiales estuvieron involucrados en la tortura y detención ilegal de opositores políticos. Muchos de estos agentes fueron destinados a organismos represivos como la Dirección de Inteligencia Nacional (DINA), el Comando Conjunto y la Central Nacional de Informaciones (CNI).

Los hechos establecidos en la investigación

Según la investigación del ministro Cancino, los crímenes se enmarcan en las operaciones del Servicio de Inteligencia de la Comandancia de Área Jurisdiccional de Seguridad Interior (SICAJSI), una organización militar de inteligencia que operó a partir del 11 de septiembre de 1973. Esta entidad, conformada por miembros de las Fuerzas Armadas, se dedicó a la persecución y detención de opositores al régimen militar, aplicando torturas para obtener información.

El 11 de diciembre de 1973, en horas de la noche, Félix Figueras Ubach fue secuestrado en su domicilio en Viña del Mar por efectivos del Regimiento Coraceros. La operación fue presenciada por su madre y hermana. Posteriormente, fue trasladado a la Academia de Guerra Naval en Valparaíso, donde fue sometido a interrogatorios bajo tortura.

Dos días después de su detención, su familia fue informada de su traslado a la Academia de Guerra Naval, pero les fue negada cualquier posibilidad de verlo. Sin embargo, días después, un médico amigo de la familia logró reconocer el cuerpo de Figueras Ubach en el Hospital Naval de Playa Ancha.

De acuerdo con la investigación, el historiador fue sometido a severos tormentos durante su reclusión, al igual que otros detenidos que eran trasladados a una sala de interrogatorios en el cuarto piso del recinto. Las torturas eran tan brutales que muchas víctimas salían en condiciones físicas y psicológicas deplorables, e incluso algunos debían ser sacados en frazadas por no poder caminar por sus propios medios.

El 15 de diciembre de 1973, tras uno de estos interrogatorios, Figueras Ubach fue llevado a un baño en el mismo piso para asearse y recuperarse. En ese contexto, se lanzó al vacío desde una ventana sin protecciones, cayendo en un sector donde se estacionaban los vehículos. Como consecuencia de la caída, falleció en el mismo lugar.

Impunidad y justicia tardía

El caso de Figueras Ubach es un ejemplo más de la violencia política ejercida por las Fuerzas Armadas durante la dictadura de Augusto Pinochet. A pesar de las evidencias y testimonios recopilados a lo largo de los años, la justicia ha tardado cinco décadas en establecer una condena. Además, según consta en la investigación, el académico nunca fue puesto a disposición de ninguna autoridad judicial para investigar un eventual delito, y su caso solo fue remitido a la justicia naval después de su muerte.

Si bien la sentencia representa un avance en la lucha contra la impunidad, los familiares y abogados querellantes consideran que la pena impuesta es insuficiente en relación con la gravedad de los crímenes cometidos. La posibilidad de una apelación abre la puerta a una revisión del fallo en busca de una mayor justicia para la víctima y sus seres queridos.



Related Posts

  1. lo ramon roman says:

    Pero nadie puede negar que estos gallardos y valientes soldados se ven pichos durante las paradas militares. Tan recontra valientes esto recon che sumas, pero los juecesitos no pueden hacer algo diferente en contra de los que representan sus mismas ideologías. ¿Cinco años después de 51 años de libertad y pensiones estatales? En la cárcel de cinco estrellas, hechas especificamente para ellos, van a estar atendidos mejor que en sus casas, estos vejestorios cu l i aos,cobardes y malolientes.

  2. Margarita+Labarca Goddard says:

    Vaya, pobres jueces, se habrán apulmonado al sacar una sentencia tan rápido. Lo mejor de esta resolución es que sale cuando los culpables ya murieron. Ven, para que no nos digan que somos vengativos…

    • lo ramon roman says:

      ¿Pobres jueces? ¿En qué sentido son pobres estos jueces? Estos jueces simplemente están cumpliendo sus deberes juciales representando al sistema neoliberal. ¿Cinco años para torturadores y asesinos? Estos años de cárcel , para estos vejestorios asesinos y torturadores , son como un descanso pagado por el estado, donde van a ser atendidos como si estuvieran en casa y llegado el momento van a ser mandados para sus casas porque son muy viejos y tienen alzaimer, el mismo privilegio que les dieron a sus víctimas.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *