«Cobarde y mentiroso»: El insulto de Kast que terminó fortaleciendo a Boric y Jara

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José Antonio Kast buscó instalar un golpe de efecto en medio de la campaña presidencial. Aprovechando la cadena nacional del Presidente Gabriel Boric, en la que el mandatario defendió los avances sociales y cuestionó una de las propuestas del republicano, Kast respondió con dureza: lo acusó de “cobarde, corrupto y mentiroso”. Pero el fuego, lejos de dañar al jefe de Estado, terminó devolviéndose como un boomerang contra el propio Kast.

El contraataque de Laura Albornoz

La reacción más destemplada vino desde su adversaria directa, Jeannette Jara, a través de la voz de una de sus principales voceras. Laura Albornoz, exministra y actual integrante del comando de la candidata oficialista, no se guardó nada: “Kast es un mentiroso y un cobarde”, dijo en Radio Universo.

Con tono desafiante, Albornoz desarmó una a una las acusaciones sobre supuestos privilegios en ENAP: recordó que accedió al cargo mediante concurso público, destacó su trayectoria académica y profesional —“bastante superior a la de Kast”— y retrucó que el republicano ha vivido siempre de un patrimonio heredado. “Yo sí soy hija del Estado. Lo que tengo me lo he ganado, no me lo regalaron mis padres ni me pusieron una empresa”, sentenció.

El cruce marca un punto de inflexión: la campaña de Jara no solo defiende al Presidente, sino que devuelve golpe por golpe, sin temor a confrontar al abanderado de la extrema derecha en su propio terreno.

Matthei toma distancia

En paralelo, Evelyn Matthei, candidata de Chile Vamos, Demócratas y Amarillos, optó por marcar diferencias con Kast. Consultada en el programa El Candidato de Mega, señaló que Boric se equivocó al usar la cadena nacional para intervenir en la campaña, pero descartó tajantemente la idea de que se tratara de corrupción: “Los tres adjetivos (de Kast) están pasados para la punta”.

Con esta posición, Matthei busca afirmarse como una derecha “responsable”, alejada de los excesos verbales de Kast y más cercana a un tono institucional. Sin embargo, el efecto político es evidente: el republicano queda aislado, con su ataque frontal cuestionado incluso por su principal competidora en la derecha.

Boric responde con altura

Lejos de enredarse en la refriega, el Presidente Boric eligió desactivar la polémica. “Yo no estoy para polémicas chicas”, dijo este jueves al ser consultado por la prensa. Reafirmó que su preocupación es que los derechos sociales conquistados en los últimos años se mantengan, y defendió su derecho a opinar sobre propuestas de política pública: “Discutir y conversar de política en Chile no es cobarde, es democrático”.

La respuesta del mandatario, serena y con un giro hacia la defensa de lo logrado, terminó por subrayar el contraste: mientras Kast se enreda en insultos, Boric se muestra como un líder preocupado por el fondo y no por la pelea pequeña.

Un mal cálculo del republicano

El episodio revela una paradoja. Kast buscó victimizarse y aparecer como el blanco de un Presidente que “se mete en la campaña”. Pero sus palabras —“cobarde, corrupto y mentiroso”— fueron tan desmedidas que provocaron un rechazo transversal. A la respuesta contundente del oficialismo se sumó el deslinde de Matthei, dejando al republicano expuesto en soledad.

La política chilena conoce bien estos movimientos de efecto boomerang: cuando el golpe es demasiado burdo, se vuelve contra quien lo lanza. Y en este caso, la imagen de Kast como un candidato firme se resquebraja, mientras Boric logra sortear el ataque sin daño y Jara aparece como la más dispuesta a defenderlo sin complejos.

Simón del Valle

Simon Del Valle

Periodista