
CNTV abre investigación por transmisión de canal ruso RT en Telecanal
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El reciente pronunciamiento del Consejo Nacional de Televisión (CNTV) frente a la emisión de contenidos del canal ruso RT a través de Telecanal ha abierto un debate necesario sobre los límites y alcances de la fiscalización televisiva en Chile. En particular, vuelve a instalar la pregunta sobre el respeto al pluralismo informativo y la libertad de expresión en el espacio audiovisual nacional.
En su comunicado oficial, el CNTV detalla una serie de acciones adoptadas tras la transmisión de programación de RT, entre ellas la solicitud de información a la Subsecretaría de Telecomunicaciones sobre la concesión de Telecanal, la citación de su director ejecutivo, y la recopilación de antecedentes sobre posibles acuerdos comerciales con el canal extranjero. También se informa de la recepción de denuncias ciudadanas y de oficios parlamentarios que manifiestan preocupación por el tema.
El Consejo insiste en que no ejerce censura previa y que sus facultades de fiscalización operan ex post, es decir, luego de emitidos los contenidos. Este principio es fundamental en cualquier democracia y debe ser resguardado con especial celo cuando se trata de medios de comunicación.
Sin embargo, la atención particular que ha generado este caso —por tratarse de un medio vinculado a un gobierno involucrado en un conflicto bélico— invita a reflexionar sobre los riesgos de evaluar contenidos a partir de su procedencia más que de su contenido concreto o del cumplimiento de la ley. El debate público, en este sentido, no debería centrarse solo en la nacionalidad de los contenidos, sino en si estos respetan los principios básicos que rigen la televisión chilena: pluralismo, dignidad humana y respeto por la democracia.
La legislación vigente permite la transmisión de contenidos extranjeros, siempre que el canal concesionario mantenga la responsabilidad editorial. El hecho de que una señal como RT —cuya visión del mundo difiere de la dominante en los medios nacionales— tenga espacio en la televisión abierta, puede enriquecer el debate público si se enmarca en reglas claras y transparentes.
La diversidad de fuentes informativas no debilita la democracia; por el contrario, la fortalece. Por eso es importante que la fiscalización de los organismos competentes se mantenga dentro del marco legal, sin caer en presiones o interpretaciones ideológicas que limiten el acceso de las audiencias a distintas miradas del mundo.
COMUNICADO
de Ricardo says:
Sería terrible que pusiesen trabas a RT , porque es una luz de pluralismo frente al monopolio comunicacional , cultural , financiero , empresarial, etc..etc. del contenido ligado a Estados Unidos .La socióloga Verónica Sforzin ( casi invisibilizada en internet , como es esperable) habla del amenazante , aterrador, «monopolio anglosajón» de todas las plataformas de internet .
Renato Alvarado Vidal says:
¿La televisión chilena es pluralista? ¡¡Jueee!!