
Punta Peuco al centro del debate político: Boric desafía al pinochetismo y Matthei reacciona con furia
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En su reciente Cuenta Pública, el presidente Gabriel Boric anunció una medida que remueve las aguas de la política nacional y devuelve al centro del debate uno de los temas más sensibles de la historia chilena: los crímenes de la dictadura. El mandatario informó que el penal de Punta Peuco, actualmente destinado exclusivamente a violadores de derechos humanos, será transformado en una cárcel común.
La medida, aplaudida por organizaciones de derechos humanos y sectores progresistas, apunta a corregir una anomalía histórica —un penal privilegiado para criminales de lesa humanidad— y, al mismo tiempo, responde al grave hacinamiento carcelario que afecta al sistema penitenciario nacional. Pero, además, tiene una evidente carga política: el gesto irrumpe en año electoral y obliga a la derecha a definirse nuevamente frente a su vínculo con la dictadura.
Y la reacción no tardó en llegar.
La principal figura del sector conservador y precandidata presidencial de Chile Vamos, Evelyn Matthei, estalló con furia tras los comentarios de la vocera de Gobierno, Aisén Etcheverry, quien había señalado que “una vez más tenemos a la candidata Matthei planteando retrocesos, y una vez más tenemos a la candidata Matthei poniéndose en el lugar equivocado en materia de derechos humanos”.
Matthei, hija del general Fernando Matthei, como todos sabemos en Chile—miembro de la Junta Militar durante la dictadura de Pinochet—, respondió con dureza y poca diplomacia, algo bastante habitual en ella. Interrumpiendo incluso a su propio jefe de campaña durante un punto de prensa, lanzó: “Yo le pediría a la vocera que se quede callada alguna vez. Porque la verdad es que ojalá se dedique a la ciencia, porque como vocera pucha que lo ha hecho mal”.
La frase, más que un desahogo, es la confirmación de un patrón. No es la primera vez que la exalcaldesa de Providencia reacciona con vehemencia cada vez que se toca el tema de los derechos humanos. Hace pocos días, en un programa radial de corte ultraconservador, Matthei llegó a justificar los crímenes de la dictadura, reafirmando su matriz pinochetista.
El anuncio de Boric no solo descoloca a la derecha; también tensiona las costuras ideológicas del país. Mientras los sectores democráticos celebran el cierre simbólico de un ciclo de privilegios judiciales, en la derecha —en gran parte aún nostálgica del régimen— se encienden las alarmas. La frase de Matthei, que sugiere que revertir la medida “no cuesta nada”, fue calificada por Etcheverry como “a lo menos irresponsable”, señalando que “como sociedad hemos avanzado mucho en esta materia” y que plantear retrocesos en derechos humanos es una señal preocupante.
El gobierno ha sabido aprovechar este escenario para marcar una diferencia ética y política frente a su principal adversaria electoral. No solo devuelve a la agenda el valor de la memoria, la justicia y los derechos humanos, sino que además fuerza a Matthei a mostrar su verdadero rostro ideológico, aquel vinculado de forma directa al legado dictatorial.
Con este anuncio, Boric no solo desafía la impunidad, sino que también redibuja el campo de batalla electoral. El pasado vuelve al presente. Y con él, las heridas, los fantasmas… y las definiciones que muchos preferían evitar.
Felipe Portales says:
¿No lo cerró Michelle Bachelet?…
Serafín Rodríguez says:
Hace tiempo que está cerrado, Profe! No dejan salir a nadie!
Serafín Rodríguez says:
Por lo visto, el Boric y su Ministro de Justicia y DD.HH. no saben que Punta Peuco tiene una capacidad máxima de 130 internos y actualmente tiene 139. Tampoco la Matthei ni las organizaciones de DD.HH. Sin embargo, ahí están todos agarrados de las mechas por una propuesta materialmente inviable a menos que se ejecute una ampliación hasta ahora no contemplada e imposible de cumplir en los días que restan de gobierno. Pero en fin! Así es la política en el paisito!
Alexandre says:
En un Estado de derecho los ciudadanos nacen y y permanecen igual en derecho. En claro, o bien todos los detenidos en la cárceles de Chile benefician de los privilegios de los condenados de Punta Peuco o bien dichos criminales van a las cárceles donde están los demás.
Serafín Rodríguez says:
Y esta respuesta ¿qué tiene que ver con lo que planteo? ¿Es que lo que planteo defiende algún privilegio? Más bien, parece que es la inviabilidad práctica de la propuesta, por lo menos dentro de los días que le restan al gobierno, hace que ella sea más que nada un volador de luces que en el fondo va a mantener los privilegios de Punta Peuco.