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Colombia: un camino largo hacía un País mas justo

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El Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos, Volker Türk, realizó una misión oficial de dos días a Colombia, entre el lunes 24 y el martes 25 de enero, por invitación del Gobierno. Durante su visita, el Alto Comisionado se reunió con altos funcionarios del Gobierno y representantes de la sociedad civil, defensores de los derechos humanos, así como representantes de los pueblos indígenas y afrodescendientes, y miembros de la comunidad internacional. El objetivo: extender el mandato del ACNUDH en Colombia y apoyar al País hacia su “Paz Total”.

Durante casi 26 años, la oficina y el personal de la Oficina del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos (ACNUDH) han trabajado junto a los colombianos para mejorar su situación en materia de derechos humanos. Hoy este acuerdo sigue bajo la gracia de Gustavo Petro. “Acabo de llegar de una ceremonia en el Ministerio de Relaciones Exteriores, donde firmé un nuevo Acuerdo de País Sede con el Gobierno, extendiendo la presencia de mi Oficina aquí hasta 2032”, anunció Volker Türk durante su viaje.

“La magnitud de los desafíos es abrumadora, conflictos y violencia de décadas, desigualdades estructurales profundamente arraigadas, discriminación y exclusión y la presencia débil o inexistente del Estado en muchas áreas rurales afectadas por los conflictos”, afirmó Türk. “Los problemas de Colombia, incluido su racismo y discriminación profundamente arraigados, se remontan a décadas, de hecho siglos. Y siguen todavía, como escuché de representantes de los pueblos indígenas y afrocolombianos. Los niveles de violencia que experimentan las comunidades por parte de diversos grupos armados son inimaginables. El desplazamiento, el encierro, la violencia de género y sexual, las masacres forman parte de su vivencia cotidiana. Todos debemos apoyar los esfuerzos para poner fin a esto”.

Según la Oficina de Coordinación de Asuntos Humanitarios, en 2022 unas 102.000 personas no pudieron entrar y salir de sus áreas sin permiso y terminaron aisladas, sin acceso a asistencia humanitaria. Además, 82.860 fueron nuevos desplazados.




“Dado que la propiedad de la tierra es una de las causas fundamentales del conflicto de décadas, es esencial que se implemente la reforma rural, tal como se establece en los acuerdos de paz con las FARC-EP”, dijo Türk.

La reforma del sector de la seguridad, incluida la policía, es otra área clave. “Mi Oficina espera firmar en breve un memorando de entendimiento con el Ministerio de Defensa para brindar asistencia en la integración de las normas y estándares internacionales de derechos humanos en el trabajo de las fuerzas de seguridad”, siguió Türk. “No olvidemos que para 2022 mi Oficina en Colombia ha verificado hasta el momento 83 casos de masacres y 112 asesinatos de defensores de derechos humanos”.

“En toda Colombia, los defensores de los derechos humanos juegan un papel vital al defender a los más vulnerables. Al trabajar en áreas afligidas por la violencia, con demasiada frecuencia ellos mismos corren riesgos. Los defensores de los derechos humanos me contaron sus preocupaciones sobre la falta de protección y la falta de rendición de cuentas. Por lo tanto, me alienta conocer las importantes medidas de emergencia implementadas por el Gobierno a pedido de la sociedad civil, para abordar los riesgos de protección para los defensores de los derechos humanos en estas áreas”, dijo Türk. En ese sentido, el ACNUDH continuará colaborando con el Gobierno en sus políticas para proteger a los defensores de los derechos humanos y tratará de concluir un memorando de entendimiento con el Ministerio del Interior al respecto.

“Relacionado a la violencia, la política de drogas fue uno de los puntos que discutí en mi reunión con el presidente Petro. Expresé mi apoyo al cambio en la política de drogas de un enfoque principalmente punitivo a uno más social y de salud pública”, afirmó el alto comisionado. Al abordar una de las causas de la violencia en Colombia, este enfoque podría ser fundamental para proteger mejor los derechos de los agricultores rurales y las comunidades indígenas y afrocolombianas. Un enfoque de salud pública podría servir mejor a las personas que usan drogas, tanto en Colombia como a nivel mundial.

 

Mecanismo de justicia de transición

El compromiso anunciado por el Gobierno de implementar las recomendaciones de la Comisión de la Verdad también es muy importante para abordar las causas profundas de la violencia y el conflicto, y como parte del proceso de curación. En ese sentido con muy llamativas las primeras resoluciones concluyentes emitidas por la Jurisdicción Especial para la Paz sobre la política de toma de rehenes de las FARC-EP y sobre casos de civiles asesinados por militares y luego presentados como guerrilleros muertos en combate (conocidos como “falsos positivos”). Esto es fundamental para el avance de los derechos de las víctimas del conflicto armado.

“El camino de Colombia lejos de décadas de conflicto y su legado sin duda será largo y, a menudo, arduo, por las razones que he esbozado y muchas más. Pero, sí, dejo a Colombia optimista, segura en su buen camino”, terminó Türk.

 

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Elena Rusca

Periodista, corresponsal en Ginebra

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