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Elecciones de Consejeros Constitucionales: la música la pone el Senado oligárquico plutocrático

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La nueva propuesta constitucional ostenta un record de gendarmes, candados y cortapisas, hechas a la medida e intereses del Senado plutocrático. Los seis distritos, en que se eligen dos consejeros, garantizan la reproducción del sistema binomimal, que regía hasta el primer gobierno de la Presidenta Michelle Bachelet. En la copia de la constitución del senado (sólo faltó el aspecto gerontocrático de la exigencia de 32 años de edad para ocupar el cargo el cargo de padre conscripto).

Ante la situación de anomia social, y para no caer en la trampa del Senado oligárquico, (reduciendo la historia constitucional a un simple eterno retorno), sólo quedan dos caminos a seguir: por un lado, utilizar el derecho al voto nulo o blanco, y, por otro, votar por las listas progresistas marcando claramente un rechazo a la trampa senatorial.

El proyecto actual de la reforma constitucional  que se propone retrotrae los elementos más conservadores de nuestras Constituciones, todas ellas ilegítimas en su origen. La oligarquía parlamentaria, que tiene poco de ingenua, logró construir un proyecto colmado de falacias y trampas de tal manera que permitiera que la soberanía  popular, esta vez con un sistema electoral tramposo, se convirtiera en un verdadero engaño sin necesidad, como en el pasado, de la compra de votos, es decir, del cohecho, para hacerlo legítimo. Ahora basta con instaurar el voto obligatorio y sin limitaciones para dotar de legitimidad a un proyecto a todas luces ilegítimo.

El 4 de septiembre de 2022 la derrota del proyecto constitucional, (con un rechazo del 60%, frente al 40% del apruebo), abrió las vías a una reacción radical por parte de la derecha, instalando una comisión de 18 miembros, supuestamente “expertos” en materias constitucionales; aquellos miembros elegidos por la Cámara de Diputados valían la mitad de los denominados por el Senado. Esta comisión no solo tenía la tarea de redactar el pre-proyecto  de la nueva Constitución, sino también de acompañar todo el proceso de discusión de los 52 Consejeros, elegidos por voto popular. Por lo demás, este Consejo, si discrepara de los famosos “expertos”, deberá conformar una comisión mixta, compuesta por seis consejeros electos y seis expertos nominados por ambas Cámaras Legislativas.

El voto obligatorio garantiza la participación de una parte de la sociedad más lejana de la política, (antes, este segmento social no tenía ninguna participación), posibilitando el triunfo de los sectores más reaccionarios de la sociedad, (en este caso, de la extrema derecha fascistoide representada por el Partido Republicano).




Mientras más masiva sea la participación de los ciudadanos más anti-políticos, más predominará el ambiente anárquico y anómico que existe en la mayoría de la opinión pública.

El miedo y la ignorancia en política de muchos de los ciudadanos hacen que la mayor parte de los votantes se incline por un autoritarismo policial y militar.

Los temas que forman parte de las distintas Constituciones en Chile han estado ausentes de las franjas electorales, previas al cierre de campaña, y el único tema que domina el debate ha sido la inmigración ilegal y la delincuencia que, de hecho, son temas importantes, pero muy secundarios en un proyecto constitucional, pues la coyuntura no puede reemplazar a aspectos tan centrales como la repartición del poder en el sistema político y  las garantías constitucionales que inciden en forma de organizar la sociedad, así como de otros temas fundamentales.

Ante la situación de anomia social, y para no caer en la trampa del Senado oligárquico, (reduciendo la historia constitucional a un simple eterno retorno), sólo quedan dos caminos a seguir: por un lado, utilizar el derecho al voto nulo o blanco, y, por otro, votar por las listas progresistas marcando claramente un rechazo a la trampa senatorial.

De aprobarse el proyecto constitucional, cuyo producto sería firmado por el Presidente actual, Gabriel Boric y su Gabinete, y refrendada en el plebiscito, sólo serviría para reemplazar una Constitución ilícita en su origen, o bien, convertirse en una de las tantas Constituciones desde 1833 hasta nuestros días ilegítimas, viéndonos obligados a reconocer que la herencia portaliana, de Mariano Egaña, de Arturo Alessandri y José Maza, de Ortúzar y de Jorge Alessandri, incluso el “reencauche” que hizo el Presidente Ricardo Lagos a la Constitución autoritaria de Augusto Pinochet, sólo hemos tenido Constituciones ilegítimas en su origen y funcionamiento, cuya función, en general, ha sido la de garantizar la hegemonía oligárquica, cada vez con engaños más hábiles para manipular la supuesta soberanía popular.

El Senado siempre seguirá siendo la institución plutocrática por excelencia mientras exista el poder de las armas y la astucia.

Rafael Luis  Gumucio Rivas (El Viejo)

04/05/2023

 

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Las opiniones vertidas en esta sección son responsabilidad del autor y no representan necesariamente el pensamiento del diario El Clarín

 



Historiador y cronista

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  1. Gino Vallega says:

    Si el rebaño vota «facista por los palos» en la carrera amañada, estamos hasta el loly y hay que dedicarse al «FACISTEO», o sea
    a ROBAR a como venga la mano, al menos para llegar a la casa de la playa todos los «weekend largos o cortos»…….
    VAYA A VOTAR (se elimina la multa), ANULE EL VOTO (coopera con el Chile democrático), SI GANA SU CANDIDATO NULO,
    MÁNDESE UN BUEN «VITUPERIO» PARA CELEBRAR. ( si NO, alíviese igual).

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