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La socialdemocracia no es alternativa en Chile

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La Socialdemocracia, corriente política surgida del Socialismo en el siglo XIX rompiendo con la Segunda Internacional Socialista en la Primera Guerra Mundial, es presentada hoy como alternativa al neoliberalismo. En el mundo y también en Chile. Comentaristas, filósofos, políticos y economistas nos dicen hoy que esta es la ansiada salida para una nueva sociedad. Para los que no se recuerdan, la Socialdemocracia propone básicamente un Capitalismo donde los inevitables fenómenos de explotación del trabajo y acumulación de riqueza sean mitigados por un Estado del Bienestar o Estado Social. Este utiliza políticas redistributivas en favor de las clases media y trabajadores como forma de corrección de las deformaciones producidas por el Capitalismo haciendo este más aceptable. Propicia un Estado que participa como agente económico en áreas como la Salud, la Educación, Vivienda, Pensiones, el Transporte Público y las Comunicaciones entre otros. Toda  esta propuesta en un contexto de democracia, justicia y libertad en el más amplio sentido de la palabra, donde destaca la libertad de comercio y lo que llamaron “economía social de mercado” operada por empresas privadas.

Desarrollada como modelo en los países europeos particularmente del Norte de Europa durante el siglo XX después de más de un siglo de Capitalismo, tuvo un impulso decisivo para este después de la crisis económica de 1929 en EEUU. La propuesta del economista John M. Keynes de un Estado como activo agente económico que sacó a dicho país de la crisis quedó plasmada en  el programa de gobierno llamado “New Deal” (Nuevo Acuerdo). Esta fue la confirmación para la Socialdemocracia que este era el camino a seguir. No se trataba de hacer la revolución socialista, sino que desarrollar un tipo de Capitalismo con fuerte intervención del Estado en la Economía aplicando impuestos progresivos y restricciones al mercado de manera de financiar gastos fiscales en grandes proyectos de obras públicas. Y al mismo tiempo, otorgando beneficios sociales a la clase trabajadora, que la mencionada crisis había llevado a la cesantía y la miseria. La estructuración de sindicatos fuertes, un signo distintivo de la Socialdemocracia era parte importante de las reformas.

La Socialdemocracia reconociendo como agente económico básico la empresa privada y un mercado libre no se opone en la práctica a la generación de riqueza producida por el trabajador en el proceso productivo. Riqueza que en el momento de la venta de lo producido en el mercado y su conversión en dinero ya no vuelve a sus manos íntegramente sino que una parte substancial va al bolsillo del empresario para quien trabaja. El capital así producido es la característica esencial de este sistema. Y que solo se consigue con trabajo humano. Este rasgo esencial del Capitalismo no se pretende eliminar en la filosofía y políticas socialdemócratas. Esto es, la explotación es aceptada, aceptando así una sociedad dividida entre ricos y pobres. No pretende terminar con las clases sociales.

Los gobiernos socialdemócratas en Europa tuvieron buenos resultados durante algunas décadas, de gran crecimiento económico. El Capitalismo entonces era de una magnitud y poder infinitamente menos poderoso que hoy día. Las inevitables leyes de este sistema particularmente aquella de la concentración de la riqueza en pocas manos y la necesidad incesante de abrir nuevos mercados buscando mejores ganancias vía materias primas y salarios baratos de los países pobres vino a mudar todo eso para peor. Para mucho peor. El desarrollo y aceptación de los postulados del neoliberalismo como único sistema posible de desarrollo para los pueblos de la tierra a partir de los años 70-80 del siglo pasado hicieron el resto. La Socialdemocracia ha sido así derrotada. Desde entonces campea el neoliberalismo, reforzado ideológicamente tras la caída del muro de Berlín. Un sistema que genera inequidad extrema y una superlativa concentración de la riqueza en pocas manos[i]. Con resultados a la vista. El riesgo de pobreza en largos segmentos de la población lo confirma. En 2018 según Eurostat el 20% de la población más pobre de Europa disponía apenas del 7.8% de ingreso disponible. El porcentaje de riesgo de pobreza era en 2019 de 16.7% en Alemania e Inglaterra, 14.5% en Suecia y 13.6% en Francia. En materia de ambiente, a pesar de todas las declaraciones rimbombantes, las metas para la reducción de CO2 y otras en esta materia no llegan nunca. En la lucha contra el virus, primero están las empresas, los trabajadores después. Es cuestión de ver las cifras del virus y su evolución entre confinamientos y desconfinamientos donde las personas mayores han pagado el peor precio por esta defensa del dinero de los ricos. Casi todos los grandes paquetes de ayuda utilizados por los gobiernos europeos – donde existen algunos socialdemocratas – destinan el grueso de esos apoyos a las empresas. Y en muchos casos, a las grandes empresas. Por otras palabras, se aplica la misma política neoliberal de los últimos 50 años como no podría ser de otra manera en la lógica del dinero.




La gigantesca riqueza acumulada en pocas manos en el Capitalismo ha demostrado tener un incontrarrestable poder político en el accionar de los Estados. Los gobiernos, así sean estos de países más o menos ricos, obedecen en sus líneas gruesas de política económica a los intereses de los más ricos del mundo antes que a las y los electores. Véase por ejemplo la empresa Microsoft y su dueño Bill Gates, uno de los 5 más ricos del planeta. Muchísimos gobiernos así como el conjunto de la sociedad utiliza computadores personales y también grandes servidores (los computadores más potentes utilizados por grandes empresas) dotados del sistema operativo Windows(ese conjunto de programas que permiten la comunicación entre el utilizador y la máquina), que representa miles de millones de dólares en patentes y royalties que los gobiernos pagan religiosamente cada mes a Microsoft por utilizar Windows y sus aplicaciones. Sin embargo la comunicad científica informática hace por lo menos 30 años que disponibiliza gratuitamente sistemas operativos comprobadamente tan buenos o mejores que Windows (Unix y Linux entre otros). Cada vez que un gobierno nacional, regional o local piensa en ahorrar el dinero de los contribuyentes cambiando sus sistemas operativos por software libre como se le llama también, la visita personal de Bill Gates o sus operadores termina rapidamente con esos devaneos. Y seguimos pagando royalties millonarios. Otro ejemplo: la imposición mundial del uso del petróleo a pesar que nuestro Planeta está casi en una fase de imparable de destrucción de sus sistemas ecológicos. Y los gobiernos se doblegan frente a esto tal como lo hacen estos días D. Trump y el Príncipe de  la monarquía de Arabia Saudita firmando acuerdos para la defensa del petróleo (No es esta una sociedad de libre mercado?). Ni qué decir de la existencia de paraísos fiscales que atentan contra el financiamiento de los gobiernos del mundo entero. No hay una sola acción concreta de la Socialdemocracia internacional para terminar efectivamente con ellos. Donde la Socialdemocracia ha gobernado y gobierna, todo lo que representa el interés de los más ricos no ha sido tocado. La realidad está ahí para confirmarlo.

Relaciones perniciosas entre dinero y política existen en todos los países del Capitalismo, con gobiernos socialdemócratas o no. Esta relación es negación pura y simple de la democracia que se dice defender. Mientras existan empresas capaces de torcer las cosas a su antojo, no hay democracia posible. El lobby empresarial como se sabe está reglamentado en los países desarrollados, no prohibido como podría recomendar el sentido común dado el gran problema a la democracia que crea esta relación. Existe negación de la democracia en cuanto unos no electos decidan como deben funcionar los países. Esto tiene repercusiones en todos los ámbitos de una sociedad democrática. Esta es una contradicción insoluble entre los postulados de la Socialdemocracia, su defensa de la democracia y su defensa al mismo tiempo una empresa privada como agente principal de la economía que precisamente atenta con demasiada frecuencia de la manera descrita contra la Democracia. Donde existe gran empresa privada, su influencia se ejerce siempre de una manera u otra sobre la sociedad donde actúa en favor de los intereses de esta, como las multinacionales  que hoy ejercen su influencia política en el mundo entero.

El financiamiento de innumerables ONGs por ejemplo es una potente arma ideológica y económica utilizada por las grandes empresas para imponer sus intereses sobre los Estados. Ellas dan lineamientos ideológicos y de políticas públicas a  los partidos políticos a los cuales están ligadas. La definición del modelo de desarrollo hecha desde la Dictadura para acá definió Chile como un país exportador de recursos naturales y agro-forestales. Cuanto influyeron en esto el lobby de las multinacionales y empresas chilenas? Muchos de nuestros institutos de pensamiento financiados desde el exterior se prestaron para que Chile sea desangrado en sus recursos minerales hace mas de 100 años, donde las compañias mineras pagan menos de 1% de impuesto real y donde la repatriación de las utilidades al país de origen ha desangrado nuestro país y A. Latina entera[ii] El dinero de los muy ricos no es invertido en ONGs y Fundaciones por sana filantropía[iii]. Se trata de evitar pagar impuestos y de paso obtener retornos económicos a medio o largo plazo por las influencias que el dinero siempre puede comprar. Ese es el papel también de numerosas Fundaciones. Desde Rockefeller a Warren Buffet o Bill Gates. Desde la fundación Friedrich Ebert hasta la Open Society de George Soros, el financista del Partido Democrata de EEUU y también a los partidos políticos en Chile desde por lo menos la década de los años 70 del siglo pasado hasta hoy mismo. Todas ellas destinadas oficialmente para contribuir al desarrollo y bienestar de los pueblos. Todas ellas invirtiendo para su provecho material futuro sembrando ideología y financiando líderes políticos. Como el Foro de Davos, la ONG que reúne líderes mundiales y algunos muy ricos para delinear nuestro mundo.

Véase la acción de la fundación de Bill Gates en India. “…colaboramos con el gobierno central regional y local para cumplir nuestros objetivos” dice en su página web. (Bill & Melinda Gates Foundation). Por otras palabras, si usted tiene muchísimo dinero, sin haber sido elegido por nadie, le puede decir a un país de más de 1000 millones de habitantes y 5000 años de Historia que usted ni conoce, lo que tiene que hacer para llegar al desarrollo. A lo que usted entiende por desarrollo, que casualmente es el que me conviene.

La influencia directa talvez más clara en la soberanía política y económica de los Gobiernos es la existencia del Fondo Monetario Internacional y el Banco Mundial. Corren en “ayuda” de gobiernos con dificultades, imponiendo ellos programas económicos y sociales al Gobierno solicitante como condición del préstamo. Todos conocemos esas medidas: cortar en salarios, pensiones, beneficios sociales, reducción de impuestos a las empresas y todo lo que sabemos. O sea, patrocinadores de la verdad universal del neoliberalismo.

Como resultado de esta influencia global no debe sorprender que el modelo económico implantado hoy en casi todo el mundo occidental sea basicamente el mismo, con los mismos resultados de inequidad y exclusión. Los mismos pocos privilegiados y las grandes mayorías que los enriquecen. Será una casualidad que cientos de países y miles de millones de personas de repente decidieron todas y todos en una coincidencia mágica hacer lo mismo como política en sus respectivos países?  Esta es la influencia de los más ricos y sus centros de pensamiento y financiamiento un poco por todo el mundo. Y no se trata de ninguna conspiración. Es el propio desarrollo del Capitalismo que genera estos procesos inevitablemente.

Uno de los individuos más ricos del mundo es Mark Zuckeberg, fundador de Facebook cuya fortuna era avaliada en 2016 en 51.8 billones de dólares. El se ha permitido censurar los mensajes del Presidente del país todavía más poderoso de la Tierra y simplemente borrarlos de su red social. Qué pasaría si al señor Zuckeberg se le ocurriera que un nuevo gobierno popular en Chile no le gusta y nos borrara del mapa en las redes así sin decir agua va?. Todo este cuadro de inequidad e injusticia rampante no existía con la intensidad de hoy cuando se implantaron los modelos socialdemócratas en Europa. Hoy es practicamente imposible ponerle restricciones y limitaciones al 1% como sueñan los mentores del ideario socialdemocrata. Haga usted la prueba en Chile de pedir que se cobre impuestos a las transacciones y sobretodo a las ganancias de la Bolsa, o que se declare paraíso fiscal nada más que a Panamá para efectos fiscales y lavado de dinero, o que las empresas mineras paguen impuesto como debe ser. A ver como le va. Porqué esto no lo hizo la Concertación, cuyas ideas al menos en el discurso eran las de un capitalismo social, pero que terminaron arrasadas por el neoliberalismo?

Talvez el mejor ejemplo de gobierno socialdemócrata en Chile sea el de Ricardo Lagos, un socialdemócrata de tomo y lomo. No haremos aquí un recuento de lo hecho en su presidencia, pero en general fue la continuación acelerada del neoliberalismo con todos los problemas que hoy han simplemente reventado.  A la luz de la situación económica, social, y política, se puede ver muy claramente la incapacidad total de la socialdemocracia de controlar “los excesos del sistema”. Por el contrario los ha profundizado. En políticas públicas la socialdemocracia está al lado de los liberales. Unos cuantos retoques por aquí y por allá, unas declaraciones de buenas intenciones.

El poder de los dueños de Chile es hasta aquí lo que manda. La aplicación bárbara de medidas represivas al pueblo hoy dia son la mejor demostración de esto. No solo tienen el poder político. Eso como se sabe no es suficiente para que una clase social imponga sus intereses al resto. Necesita el poder militar, que es el caso de Chile. La ideología de los ricos está presente en muchos de nuestros uniformados con poder de mando. Toda la historia de Chile da cuenta de intervenciones y sublevaciones de los militares siempre en defensa de los intereses de los más ricos. Nunca en defensa de los intereses del pueblo al cual históricamente han reprimido. Y cuando fue necesario, derribaron gobiernos. Balmaceda y Allende están ahí como confirmación trágico de estas intervenciones militares.

 

Enfrentada al Plebiscito y sobretodo a la formación del cuerpo constituyente que redactará la nueva Constitución, la Socialdemocracia se prepara para intentar hacer prevalecer su ideología. Su base estará en el PS, el PPD y parte del Frente Amplio. Tiene el apoyo de los liberales y socialcristianos de la Derecha Social que también quieren decir su palabra. Y probablemente tendrán el apoyo de la DC, partido que a la hora de las grandes definiciones políticas ha estado casi siempre al lado de la Derecha.

Muchos representantes políticos de estas ideologías concuerdan en que el sistema necesita ajustes.  Como Felipe Larraín, ex-ministro de Economía de Piñera o el camaleón Lavín, el renacido fundador de la UDI Longueira, Kast o Heraldo Muñoz, Ossandón, Elizalde, Desbordes o Beatriz Sánchez (El programa electoral del Frente Amplio del cual ella era la candidata presidencial, era lo más cercano a un proyecto Socialdemocrata serio).

Conscientes que el Apruebo gana sin dificultades, toda la clase política traslada su lucha a la constitución del cuerpo de los constituyentes, aquellos que escribirán la nueva Constitución. Y digo la clase política porque los acuerdos colocan tantas condiciones a la participación de independientes, que no muchos de estas o estos podrán ser miembros constituyentes. Así podría funcionar sin cortapisas la “cocina constituyente”, que tan bien denuncia el historiador Felipe Portales.

Como casi todas las propuestas gruesas conocidas hoy afectarían profundamente el Capitalismo chileno tales como por ejemplo la eliminación del principio de subsidariedad del Estado y la eliminación de las AFP, la Socialdemocracia chilena no está en condiciones de cambiar el Capitalismo.  Sobretodo porque no tiene apoyo popular, la única fuerza otra que la militar que puede hacer cambiar las cosas en este país.

Solo hará a diferencia la urgente unión y acción decidida del pueblo y sus movimientos sociales unidos a todos los partidos de Izquierda que estén a la altura del desafío y dotadas de un proyecto político claramente Socialista y genuinamente democrático, como defendió Allende toda su vida, en estos días que recordamos los 50 años del Gobierno Popular.

 

Por Patricio Serendero

 

 

[i]           Según Forbes, en Francia los 4 mas ricos suman 247.8 Billones de dólares, en Alemania 122 Billones, en Suecia 59 Billones, en el Reino Unido 50.5 Billones. Total 479.3 Billones de dólares en solo 16 personas. En Chile los 5 mas ricos sumaban 25,8 Billones de dólares.

[ii]                         como lo demostró hace ya 50 años el gran periodista uruguayo Eduardo Galeano en  “Las venas abiertas de América Latina”.

[iii]         Según una publicación del Centro de Filantropia e Inversiones Sociales (CEFIS) de la Universidad Adolfo Ibañez de Julio 2019  un quinto de las 120 Fundaciones registradas en Chile han sido creadas en los últimos 5 años y un 44% en los últimos 10 años. Sus aportes a la sociedad sumaban 157.000 millones de pesos en 2017. Como se ve, la inversión social es también un buen negocio.

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