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El Familismo Amoral y Chile

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Familismo amoral es un tipo de cultura que existe en aquellos países en donde predomina, como único centro de acción y respeto, la familia nuclear. Es decir, como familia solo cuentan el padre, la madre y los hijos. No existe la familia extendida, la cual incluye una gran cantidad de parientes, tales como tíos, tías, abuelos, nietos y sobrinos en primer, segundo y tercer grado, ets., etc., etc. Para repetir, el familista amoral sólo considera como familia a su esposa e hijos. Todo el resto de los parientes no entran en los cálculos de costo beneficio que se deben hacer en el cotidiano vivir. Naturalmente, tampoco es de importancia la suerte de los vecinos, la suerte del barrio, la ciudad y mucho menos, la suerte del país entero. El familista amoral solo se ocupa intensamente de sí mismo y de su familia nuclear. La suerte del resto de la sociedad no importa ni interesa. Naturalmente la suerte del país como nación no cuenta y menos cuenta la suerte del planeta tierra.

Edward C. Banfield hace un estudio detallado y profundo del familismo amoral en una provincia del sur de Italia. Este estudio se hizo a finales de la década de los años 50 del siglo XX. En base a este trabajo sico-sociológico, Banfield elabora su teoría y ella se puede aplicar a otras sociedades en los tiempos actuales. Los profundos y cruciales problemas sociales, económicos y políticos que Chile tiene en la actualidad, se han investigado desde distintos ángulos. Pero nadie que yo sepa lo ha hecho usando las herramientas de la sicología, la sociología y la ciencia política moderna. Banfield hizo su estudio en el sur de Italia utilizando una masiva batería de test de percepción temática. Estos test se hacen a la persona bajo análisis mostrando un cuadro o fotografía por algunos segundos y luego se le pide que escriba una o dos páginas donde se describen los pensamientos espontáneos que se vienen a la menta al observar el cuadro o fotografía en referencia.  Las composiciones escritas hechas por cientos de participantes son luego examinadas y tabuladas por especialistas. En base a estos estudios de una muestra de esta sociedad se elabora un perfil de la población bajo análisis. En otras palabras se determina el grado de familismo amoral existente en la sociedad bajo estudio.

Creo que sería de gran utilidad que las escuelas universitarias de ciencia política existentes en Chile, hicieran un estudio similar en nuestro país al que hizo Banfield en Italia en los años 50 del siglo pasado. Los importantísimos eventos que se han producido en Chile a partir del mes de octubre del año pasado, han cambiado radicalmente al país. Sería de suma importancia que la actual realidad chilena sea estudiada a fondo con los instrumentos que ofrece la sicología, la sociología y la ciencia política moderna. Un fenómeno social importantísimo ha ocurrido en el país en este último año y este fenómeno debe ser estudiado a fondo. Se necesita un profundo conocimiento de la sociedad chilena, tal como ella es ahora, después del 18 de octubre del años 2020. En las líneas que siguen a continuación, se predice que es probable que Chile, haya caído en un gravísimo estado de familismo amoral. Si esto es así, esta enfermedad social debe ser analizada con sumo cuidado. El perfil sicológico de la sociedad chilena actual puede que determine la conducta política del país por el resto de este siglo.

A continuación se presenta un apretado resumen de las 17 características sicológicas que conforman las creencias básicas de la persona definida como familista amoral y viviendo en el sur de Italia en los años 50 del siglo XX.




  • El familista amoral no se interesa por el bien público, es decir los intereses superiores de toda la sociedad. El familista amoral solo defiende el bien público cuando calcula que estas acciones le traerán beneficios personales en el corto plazo.
  • El familista amoral piensa que los funcionarios públicos tienen el deber de ocuparse de los asuntos públicos. Esto es así porque para eso se les paga un buen sueldo. Cuando el ciudadano común intenta ocuparse de los asuntos públicos, ellos inmediatamente son mirados con sospecha. Se considera que este tipo de conducta, es anormal e inapropiada y solo practicada por corruptos sofisticados.
  • En la sociedad dominada por los familistas amorales, los necesarios controles ciudadanos sobre los funcionarios públicos no existen. Se estima que este tipo de control, es solo tarea de otros funcionarios públicos. Así el pueblo no participa en el control y supervisión de la conducta de los funcionarios estatales.
  • En la sociedad dominada por la cultura del familismo amoral, las organizaciones de ciudadanos efectivas dinámicas y productivas no existen. En sociedades no corruptas, los estímulos sicológicos que llevan a la gente común a participar y trabajar productivamente en organizaciones populares, son por lo general sólidos valores orientados a la cooperación ciudadana efectiva y no egoísta. Así estos ciudadanos gustosamente se identifican y trabajan por los propósitos de dichas organizaciones populares. La condición básica para que estas organizaciones populares tengan éxito, es que sus miembros tengan un nivel alto de confianza entre ellos (asociatividad). También se requiere que exista un alto y sólido grado de lealtad hacia la organización y sus líderes superiores. Con esto las organizaciones populares tienen así un alto nivel de moralidad y productividad. Se asume por todos que los miembros de la organización harán todos los sacrificios y esfuerzos personales en beneficio del bien común y en bien de la organización. En otras palabras aquí se da el raro caso de la sociedad políticamente desarrollada. Como decía de Tocqueville “en los países verdaderamente democráticos, la ciencia y el arte de la asociación es la madre de todas las ciencias, el progreso de todo el resto de la sociedad depende del progreso que la ciencia de la asociación ha logrado conseguir”.*
  • En la sociedad dominada por el familismo amoral, los funcionarios públicos no se identifican con los propósitos y objetivos de la organización pública donde ellos trabajan. No se esfuerzan por trabajar productivamente, ni tampoco se esfuerzan por ganar mayores promociones y ascensos. De igual forma, los profesionales y gente con elevados niveles de educación, carecen del “sentido de misión” o “llamado institucional”. En realidad, las altas posiciones burocráticas y administrativas y el alto nivel de entrenamiento y capacitación profesional existente, será usado por los poseedores de estas calificaciones solo como una potente herramienta a ser usada contra otros ciudadanos. Es decir, la alta capacitación y profesionalismo existente es una ventaja solo usada en beneficio privado y personal.
  • En la sociedad dominada por los familistas amorales, la ley será ignorada cuando no existe el peligro de castigo automático por su violación. Por lo tanto, la mayoría no entrará en acuerdos que dependan de procesos legales para su cumplimiento. Así todo el mundo asume que los impuestos personales no serán pagados. Los empleadores y patrones violarán las normas y leyes relacionadas con el salario mínimo y otros beneficios sociales de los trabajadores. Los patrones privados violarán las leyes laborales. El patrón pagará a sus obreros cuando le dé la gana. Estos empleados, por temor a ser despedidos no reclamarán pero si tratarán de vengarse como puedan. Todo esto crea un ambiente de ansiedad profunda y nociva. La sospecha y el odio de clases hace que la verdadera cooperación social y cívica sea prácticamente imposible.
  • El familista amoral que ocupa un cargo público, solo aceptará coimas cuando esté seguro que no será pillado y castigado. Pero tome o no tome coimas, la sociedad dominada por el familismo amoral, siempre piensa que en realidad el funcionario es corrupto y tomará eventualmente, coimas cuando pueda. Así se asume que todos los empleados públicos son por naturaleza corruptos.
  • En la sociedad dominada por el familismo amoral, los miembros más débiles y desprotegidos favorecen sistemas de gobierno que mantengan el orden público con mano dura. O sea, en una sociedad corrupta hay siempre una alta propensión al fascismo, comunismo y otros regímenes totalitarios. La democracia es un lujo que solo se da para países políticamente desarrollados. En la Italia de los años 50 del siglo XX, los campesinos pobres seguían siendo pro-fascistas. Ellos pensaban que el dictador Mussolini había sido un buen administrador y que luchó por defender los intereses de los campesinos. Es verdad que cuando los fascistas gobernaron, las mujeres y los niños estaban mucho más protegidos que bajo la actual corrupta democracia. Los patrones pagaban los salarios acordados a tiempo y las familias pobres recibían adecuado apoyo estatal. Los niños pobres recibían adecuado alimento en las escuelas y aprendían bien sus lecciones ya que los profesores se esforzaban por enseñar. Las leyes efectivamente se cumplían. Los comerciantes estaban bien controlados y no explotaban al pueblo.
  • En las sociedades familistas amorales, el argumento hecho por cualquier persona o institución de que sus acciones y decisiones están solo inspiradas por el bien público y no por el lucro o ganancia privada; será automáticamente considerado como un grosero y fraudulento estafador. Es así como nadie le cree a los políticos cuando ellos alegan que trabajan para el bien público. También, todo candidato a cargo público es profundamente cuestionado por sus motivos. Aún los curas y las monjas son cuestionados. Se asume que los curas andan detrás del dinero y que son hipócritas. También se desconfía profundamente de los socialistas y los comunistas ya que se les considera a todos corruptos. Los campesinos pobres creen que todo el mundo es hipócrita y corrupto. En resumen el familista amoral es corrupto y piensa que todos los miembros de su comunidad son igualmente corruptos.
  • En las sociedades familistas amorales, no hay conexión entre las ideologías y principios abstractos y las conductas reales observadas. Es decir, no hay una relación lógica entre la ideología y la acción real y concreta. En Montegrano, la localidad rural bajo estudio, los dos personajes más ricos eran el doctor de la aldea y el farmacéutico (ambos destacados miembros del partido socialista). El doctor tiene muy buen pasar y vive como rico, pero su consulta privada es vieja, pobre, con equipo antiguo y sin medicamentos. Por su parte el farmacéutico se ha hecho rico, vendiendo medicamentos a precios abusivos. La conducta real de estos dos profesionales destacados, desacredita la ideología que ellos tienen y defienden ante los ojos de los campesinos.
  • En las sociedades familistas amorales, no hay verdaderos líderes y tampoco hay seguidores. Nadie toma la iniciativa para diseñar rutas para salir de los problemas. Si por casualidad alguien lo hace, los seguidores no se mueven y no hacen nada pues todos tienen una gran desconfianza. La matrona, otro destacado y pudiente destacado profesional, no da información sobre el control de la natalidad y esto, pues al hacerlo, disminuiría su negocio. Lo mismo pasa con el médico y el farmacéutico.
  • El familista amoral usará su voto para garantizar su mayor ganancia posible y a corto plazo. La ventaja económica inmediata es aquí fundamental ya que este individuo arriesga cada día su sustento diario. Esto explica porqué los campesinos están siempre cambiando su voto de izquierda a derecha y viceversa. El campesino pobre siempre vota por el partido que recientemente le ha dado la mayor cantidad de beneficios. Así los pobres cambian de partido de acuerdo a los beneficios reales últimamente recibidos.
  • El familista amoral sólo valora las ganancias que la comunidad recibe, solo si efectivamente él recibe parte de esas ganancias. En el hecho, votará contra medidas para ayudar a la comunidad si él descubre que estas ganancias no le llegarán a él personalmente. El familista amoral es tan egoísta y se considera perdedor, si su vecino mejora sus condiciones económicas y él no las mejora significativamente. Es así como, mejoras que benefician a la mayoría, siempre provocan un voto de protesta entre aquellos campesinos que no recibieron dichas mejoras. Es así como el familista amoral rara vez piensa que ha recibido un trato justo y equitativo.
  • En la sociedad de familistas amorales, los votantes darán poco crédito a las promesas que hacen todos los partidos políticos. El familista amoral usará su voto para pagar solo los favores que efectivamente ha recibido y asumirá que más favores están en camino. No le dará importancia alguna a favores que solo han sido prometidos pero no ejecutados. Lo único importante en la política es la conducta real y efectiva y no la prometida. Naturalmente esto le da una enorme ventaja al partido que está actualmente en el poder.
  • En las sociedades familistas amorales, siempre se asume que todo partido político en el poder es invariablemente corrupto y tratará de beneficiarse a si mimo y especialmente a sus altos dirigentes. Los votantes usarán sus votos para castigar al gobernante por los perjuicios recibidos. Es así como el voto eventualmente se transforma en un voto de castigo. Todo esto explica el cambio constante entre comunistas y demócrata cristianos en las décadas posteriores a la segunda guerra mundial.
  • En las sociedades familistas amorales, no hay partidos políticos estables y consolidados. Hay tres razones para explicar este fenómeno. Primero el voto es secreto. Esto quiere decir que el voto del familista amoral no es seguro para ningún partido. Segundo, no hay suficientes ganancias a ser entregadas en el corto plazo, a fin de que el partido atraiga votantes permanentes. Tercero, un partido formal, estable y eficiente es sumamente difícil de mantener en una sociedad políticamente corrupta. Los partidos reparten beneficios pero no pueden comprar votos con seguridad, ya que el voto es secreto.
  • En las sociedades familistas amorales, los funcionarios y trabajadores de los partidos políticos del sur de Italia, venden sus servicios a los partidos que mejor pagan. Este fenómeno explica los súbitos y drásticos cambios de poder que sufren los partidos políticos del sur de Italia durante los años después de la segunda guerra mundial. Banfield ilustra su último punto indicando que un individuo cambio del partido monárquico, al partido comunista y esto porque el partido comunista le ofreció mayor cantidad de dinero. [i]

La hipótesis de trabajo de la investigación que aquí se propone señala que Chile tiene en verdad una cultura política muy parecida a la que se tuvo en el sur de Italia en las primeras dos décadas después de la segunda guerra mundial. Si esto es efectivamente así y ello es comprobado por una cuidadosa investigación académica, ello indicaría que el país está en un gravísimo problema de desarrollo político existencial. Italia pudo eventualmente salir del abismo al que cayó durante la segunda guerra mundial. Esto se logró gracias del Plan Marshall y a la subsiguiente masiva ayuda estadounidense, que le permitió a Italia y Europa occidental salir de la catástrofe civilizacional iniciada en 1939. El problema de Chile es que los Estados Unidos ya  no están interesados en salvar a nadie. Esto pues tiene gigantescos y profundos problemas en su propio país. Si el presidente Trump es derrotado en las próximas elecciones, es altamente probable que un presidente demócrata se vea obligado a solo resolver los problemas internos del país y olvidarse del rol hegemónico que Estados Unidos ha tenido durante el siglo XX y parte del siglo XXI.

Todo esto significa que Chile tendrá que arreglárselas solo. No obstante hay antecedentes en la historia chilena que indican que el país fue capaz de resolver sus problemas existenciales después del fracaso de la primera república liberal y la cual existió entre 1810 y 1829. En efecto, gracias a la inteligencia y capacidad politológica del primer ministro Diego Portales, el país pudo salir del abismo socioeconómico que produjeron las guerras de la independencia y el posterior periodo anárquico. No solo se resolvió este problema, sino que el modelo portaliano, con su poderoso intervencionismo estatal, le dio al país 62 años de desarrollo socio económico acelerado. Las tasas de crecimiento económico fueron del 10% por año entre 1830 y 1870. Este rapidísimo crecimiento económico se redujo un tanto entre 1871 y 1891, pero de todos modos fue un crecimiento poderoso y significativo. La respuesta histórica al actual problema chileno estaría así, bastante clara. Hay que crear una nueva república similar a la portaliana, pero esta vez con una nueva ideología. Habría que partir construyendo una república como la que se estableció entre 1830 y 1870 y entre 1871 y 1891, donde la intervención del Estado fue determinante  en este desarrollo. Similar a la política que 100 años después  aplicó en los Estados Unidos  Franklin Delano Roosevelt en respuesta a la gran crisis de 1929. Así, con un poderoso Estado desarrollista y progresista (que naturalmente debería incluir una gigantesca y nueva Corporación de Fomento a la Producción), se podría sacar al país del gigantesco y ponzoñoso pantano en el que desgraciadamente ha caído.

Lo que el país parece necesitar es un líder político similar a Portales pero esta vez de izquierda y que no tenga complejos en usar el poder. Tal como parece que les sucedió a los presidentes Balmaceda y Allende. Un profundo y aplastante “peso de la noche” parece ser la drástica medicina que el país necesita. Con el “peso de la noche” los corruptos líderes liberales dejaron de gobernar el país entre 1829 y 1890. Con la segunda y trágica república liberal iniciada en 1892, empezó la gran tragedia de Chile. Esta tragedia se hizo catastrófica en las primeras décadas del siglo XX. En 1920 se creó la segunda república estatista e intervencionista y ella logró avanzar significativamente el desarrollo socioeconómico chileno. Desafortunadamente vino el nefasto golpe de Estado en 1973 y esta tragedia creó la tercera república liberal, esta vez bajo la tendencia neoliberal. Este es el corrupto sistema que el país ha debido sufrir en las últimas décadas. El fin de este tormento nacional solo podrá llegar cuando una tercera república estatista e intervencionista reemplace totalmente al corrupto neoliberalismo que viene hundiendo a Chile desde hace más de 47 años. Una corrupta sociedad conformada por familistas amorales solo puede ser sacada del abismo con medidas parecidas a la que tomó Chile cuando se creó la república portaliana en 1829.

 

  1. Duque Ph.D.

 

Puerto Montt, 2 de octubre 2020

 

 

 

* Un ejemplo de la ciencia de la asociación se puede encontrar en el mundo animal en la perfecta organización que demuestran tener las abejas en la producción de miel y las hormigas en el transporte de hojas para su alimentación. Cada individuo conoce su tarea y responsabilidad dentro de la organización.

[i] Para mayor detalle del familismo amoral, sírvase ver: Edward C. Banfield,  The Moral Basis of a Backward Society. The free press Simmon & Shuster Inc.,  New York, New York, 1958. Particularmente pgs. 83-101

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Cientista Político

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  1. El duque colombiano elucubrando, con gran «sabiduría», sobre
    un tema candente de su mollera esplendorosa.
    Este «enorme» público de unas 10 a 20 personas, se empachará
    con sus divertidas galimatías de sabiduría inaudita…
    O lalá … !

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