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El asedio y saqueo a Venezuela

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“Todavía hay millones de personas en el mundo que siguen creyendo que la crisis que padece actualmente Venezuela es por culpa de Nicolás Maduro y no del brutal bloqueo económico impuesto por los Estados Unidos, al no tener nuevamente el gran acceso y control del petróleo y de sus recursos naturales. Pero así son los medios de comunicación, te hacen odiar al oprimido y amar al opresor”.

Bernie Sanders, precandidato demócrata a la presidencia de los EEUU.

 

       El Comandante Chávez encarnó en su pueblo el descontento que se venía sucediendo en el país caribeño desde el tristemente célebre Caracazo. Donde la Fuerza Armada fue mandatada por ese presidente criminal y corrupto como lo fue Carlos Andrés Pérez, a reprimir las manifestaciones populares en contra del paquete de medidas neoliberales dictadas por el FMI. Resultados de las masacres: según cifras oficiales cerca de 300 muertos y según las agencias de noticias independientes, cerca de 3000 personas, entre muertos y desaparecidos.

 Este hecho produjo un enorme dolor y sufrimiento en la oficialidad joven del ejército, la guardia nacional y policía metropolitana y por sobre todo de aquellos elementos que provenían de los estratos bajos de la sociedad venezolana. Al final, pese a las protestas, igual se instauraron las medidas neoliberales impuestas por los organismos financieros internacionales y que trajeron como consecuencia la pobreza a vastos sectores de la población.




Desde esa fecha (febrero de 1989) los jóvenes rebeldes del ejército comenzaron a movilizarse para realizar los cambios revolucionarios que el país requería. Entre estos se destacaba el Comandante del Regimiento de Paracaidistas, Hugo Chávez, quien con su inteligencia, elocuencia y lealtad hacia los principios del Libertador Simón Bolívar encabezó la sublevación.

Después del intento de una sublevación militar contra el gobierno y de pasar dos años preso, el Comandante Chávez inició su carrera a presidente. Una vez ganada la elección mediante los votos, hace más de dos décadas atrás, la oligarquía petrolera y latifundista empezó a conspirar contra el nuevo gobierno. Nada nuevo bajo el sol reza el dicho popular.

Son incuestionables los grandes logros alcanzados por el pueblo durante la administración del presidente Chávez. Es, sin lugar a dudas, el único momento en la historia de Venezuela donde el pueblo pobre y oprimido realmente ha existido. Esta historia ha tenido una continuidad con el presidente Nicolás Maduro, a pesar de todos los embates que ha sufrido de parte del imperialismo y sus países satélites para hacerlo caer, incluido Chile, por supuesto.  

 

Es largo, demasiado largo, el saqueo por parte de las potencias imperiales hacia naciones que le son adversas. Es largo el bloqueo orquestado hacia los países que decidieron su independencia económica. Es largo el intento dirigido y apuntado por el imperialismo norteamericano para producir golpes de estado. Esto lo vivimos en Chile con sus nefastas consecuencias que perduran hasta hoy.  Esa potencia terrorista que roba activos de países soberanos, que secuestra personas, que viola los espacios aéreos del mundo, que tiene cárceles secretas en los países que invade, a costa de embustes y después los deja convertidos en ruinas.

Ese Leviatán moderno llamado Estados Unidos, ha decidido que un país del caribe como Venezuela se haya convertido en una amenaza su seguridad nacional y se ha propuesto destruirla por todos los medios. Como lo dijera ese Gánster que gobierna la Casa Blanca: “Todas las opciones están sobre la mesa”. Desde la invasión, hasta el bloqueo, en la compra de alimentos, compra de medicinas, compra de repuestos para su industria petrolera, y hasta matar de hambre a una nación entera por el simple hecho de conseguir sus recursos naturales.

 Si hasta ahora el imperialismo no ha podido doblegar esa nación es simplemente por la férrea voluntad de un pueblo digno que niega a rendirse. En lo que ha sido muy exitoso es en el robo de activos de Venezuela y la confiscación de sus bienes en el exterior.

 

Aquí un breve relato de este saqueo internacional sobre Venezuela.

 

El día de ayer, martes 05 de enero de 2021, el Washington Post publicó una noticia donde el Presidente imaginario Juan Guaidó, que es reconocido por cerca de 50 países cómplices, incluido Chile, pero que a su vez no es reconocido por 143 naciones; junto a sus secuaces, pretenden quedarse con 4 mil millones de dólares en activos retenidos en Estados Unidos. Esta noticia que puede llamar a escándalo, no es publicada en Chile y los que tenemos la obligación de saber nos enteramos por los medios internacionales.

 El Banco de Inglaterra, en junio de 2020, retiene 31 toneladas de oro de la reserva de Venezuela, porque según la justicia de ese país Londres no reconoce al presidente Nicolás Maduro y en cambio considera al imaginario Juan Guaidó como presidente legítimo. Claro que este pirata moderno de Juan Guaidó y sus secuaces pretende apoderarse de estas riquezas.

 Hablando en las Naciones Unidas, el Canciller de Venezuela Jorge Arreaza denunció que 30 mil millones de dólares habían sido “confiscados” de Venezuela desde noviembre de 2017, debido a las medidas económicas más estrictas practicadas por Washington en contra del país.

 En enero de 2019, el asesor de seguridad nacional de la Casa Blanca, John Bolton, anunció que el gobierno de Donald Trump congelará US$7.000 millones de activos venezolanos en el país y otros US$11.000 millones más en ingresos estimados de las ventas de petróleo durante el año siguiente.

En este mismo año Donald Trump, por la “vía legal” ordenó robarle la empresa Citgo a Venezuela y congelar todos sus activos.

 Esto que escribo en este artículo es un pequeño ápice de los robos que le realizan los EEUU y sus países satélites para llevar a la debacle económica a la nación caribeña, cuyo mayor pecado es ser consecuente con sus principios de humanismo, libertad y por sobre todo de dignidad. Pero como dice el bueno de Bernie Sanders: “el mundo termina amando al opresor y odiando al oprimido”.

 

Hugo Farías Moya

06 de enero de 2021

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  1. Latinoamérica se merece un mejor destino y para ello ,los mejores deben gobernar en cada país. Los ee uu y países europeos siguen abusando ; a través de políticas colonialistas, con intervencionismo, saqueo. han hecho y deshecho con la compra de yanaconas, melinches, sujetos sin respeto a sus connacionales. ¿Algún día se impondrá el pensamiento Bolivariano, que termine con los pelucones y conservadores, cuya ambición les hace creerse nobles?

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