¿Reforma o refundación de Carabineros?
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La ministra del Interior Izquia Siches ha declarado su apoyo entusiasta e irrestricto a Carabineros de Chile.
Que lo haya hecho el mismo día en que se recuerda un año más del degollamiento de Nattino, Parada y Guerrero y del asesinato de los hermanos Rafael y Eduardo Vergara Toledo a manos de carabineros de Chile, quizás no sea sino otro descuido más de la joven ministra.
De tino, mejor ni hablar.
El mensaje no es el mejor para los familiares y compañeros de las víctimas. Sí para el cuestionado cuerpo de Carabineros para quienes esas declaraciones son un apoyo monumental.
Muchos habrán recordado que hace poco el actual presidente proponía la disolución de carabineros.
De esas altisonantes y no menos justicieras declamaciones no ha quedado sino un eco que aún no despliega toda su intensidad descorazonadora.
Una pésima señal la dio el mismo presidente Boric al confirmar en el cargo a un general de Carabineros responsable de gran parte de la represión ejercida a los manifestantes con una secuela trágica y cruel de muertos, heridos, torturados, cegados y presos injustamente.
Amnistía Internacional ha dicho que se debería investigar lo obrado por ese oficial por su papel en la brutal represión ejercida a personas desarmadas.
Mientras tanto, algunos se habrán enterado por la prensa de una noticia tímida y casi inadvertida: Carabineros de Chile está desarrollando una reforma de la que la ciudadanía no tiene idea.
Implementada por Piñera, se supone que es un proceso que verá la luz hacia el año 2027. Y de cuya composición, metodología, objetivos y funcionamiento es muy poco lo que se sabe.
¿Se podrá cambiar una cultura del abuso instalada desde siempre en una institución en que sus principales jefes han sido procesados por los más grandes robos de que se tenga memoria?
¿Peor aún, sin la participación de la sociedad civil?
Resulta del todo justificado pensar que una reforma institucional autoinferida no va a llegar a nada, por lo menos a nada bueno, si se considera que carabineros de Chile, y las demás instituciones armadas de la república jamás se sacudieron de la cultura abusadora, prepotente, criminal y corrupta de la dictadura.
¿Será necesario recordar el rol que ha jugado Carabineros y el Ejército en el conflicto del Estado de Chile con el pueblo mapuche?
En los tribunales aún está empantanado el juicio a la vergonzosa Operación Huracán y su secuela de víctimas inocentes que fueron encausadas por la cobarde vía de montajes policiales hechos por ineptos y torpes oficiales dizque de inteligencia.
Numerosos policías gozan de libertad aun cuando son culpables de dolorosos hechos de sangre en la que sus víctima han sido personas inocentes.
Vea la golpiza que recibiera Camilo Cornejo ante los ojos permisivos, cuando no cómplices de carabineros, a manos de delincuentes que se han tomado la Estación Central y que actúan en la más perfecta impunidad.
El cuerpo de carabineros es una institución que obedece a los poderosos de todos los tiempos. En su interior se reproduce las diferencias sociales que determinan los que mandan y los que obedecen.
Lo que corresponde en este momento político explicado por el estallido popular que cambió, o por lo menos desestabilizó, la agenda de los poderosos es que el gobierno temple su valor y actúe escuchando a la ciudadanía: Carabineros es la institución más rechazada por la gente y debe ser reemplazada por una policía de rango democrático.
No se trata de gobernar por la vía peligrosa de la consiga que diga mucho y poco a la vez, sino de asumir con consecuencia la necesidad vital de tomar medidas correctoras de verdad.
Dejar que sea el mismo cuerpo de carabineros el que adopte sus propias medidas correctoras en ese casi clandestino proceso de reforma del que poco se oye, es como dejar al gato cuidando la sardina.
El gobierno debe enfrentar el proceso de construcción democrática de una nueva policía en la que matar, torturar, humillar, mentir y robar, no sea posible. Y ese desafío es de toda la sociedad.
O estás del lado de la gente o de quienes la reprimen.
Por Ricardo Candia Cares
Hugo Bauer says:
Hay que relativar un poco, el artículo. Es absolutamente cierto que han habido casos de vergonzosa corrupción en Carabineros. También es cierto, que algunos han actuado desmedidamente. Pero veamos, quienes son los carabineros? Ellos no son reclutados ni en Vitacura ni en Zapallar, son «genuinos miembros del pueblo», vienen de las poblaciones o del campo, (entre ellos 3.500 mapuches), incluso los oficiales no provienen de la «high society», sino que son de familias de la llamada «clase media». Por otro lado, el principio de que todo culpado de algo, debe ser considerado como inocente hasta que se demuestre que es culpable, me da la impresión, de que para los carabineros rige al revéz, deben ser considerados culpables, hasta que demuestren que son inocentes. Dos casos recientes, en Villarrica, un carabinero mató a un «malabarista callejero». Inmediatamente, carabineros asesinos, demostraciones violentas con incluso incendio de la Municipalidad, pero no hace mucho, que la corte de Apelaciones de Valdivia, absolvió definitvamente al carabinero ya que el había actuado en absoluta defensa propia, ya que el malabarista lo estaba atacando con machete y además el carabinero había actuado de acuerdo a los protocolos, primeró lo conminó a botar el machete y como siguió avanzando hacia el, le disparó primero a las piernas, le dió al blanco pero el malabarista siguió con su ataque hasta que ya muy cerca le disparó al cuerpo. Esto quedó comprobado con algunos videos hechos por pasantes y declaraciones de testigos. En las demostraciones de estudiantes hace poco, uno de los demostrantes, recibió una herida leve de un bala en una pierna, Pero ese «estudiante» ( que no era estudiante sino que repartidor de un delivery) actuando en un gran grupo, atacaron con palos y fierros a dos carabineros y una carabinera, los tres quedaron fuertemente heridos y hospitalizados, uno de los carabineros atacado, sacó su arma y disparó al suelo, la bala rebotó en el suelo e hirió levemente en un pierna al «estudiante», el carabinero fue absuelto porque actuó en defensa propia.
Felipe+Portales says:
El problema de fondo -y que no queremos ver, de acuerdo a nuestra ya inveterada costumbre que tenemos los chilenos de engañarnos a nosotros mismos- es que Carabineros y las Fuerzas Armadas son en Chile autónomas respecto de las autoridades civiles. Esto producto fundamentalmente de la Ley Orgánica de las Fuerzas Armadas y Carabineros que les concede virtualmente dicha autonomía en su tomas de decisiones. Como lo reconocieron los senadores Insulza y Bianchi; el diputado Brito; y el exsubsecretario general de gobierno, Jorge Navarrete a CNN Chile a fines de 2018, luego del escándalo del asesinato de Camilo Catrillanca y de la Operación Huracán, «los Carabineros y las FF. AA. se mandan solas desde 1990». Es cosa de ver hasta en el protocolo de sus relaciones. El Gobierno siempre le «solicita» cosas a Carabineros; nunca le «ordena». Incluso, cuando se efectuó un nuevo protocolo de Carabineros luego de su horrorosa mutilación ocular masiva de jóvenes manifestantes; ¡no fue el Gobierno quien le comunicó ello al país por TV! Fue el propio comandante en jefe de Carabineros… Y su autonomía es la que le ha permitido aplicar la violencia represiva que estime conveniente; y desarrollar por parte de sus altos mandos una corrupción sistemática. El punto crucial es: ¿La Convención Constitucional le pondrá el cascabel al gato?…