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El barco prisión Lebu zarpa hacia el Museo de la Memoria en Santiago

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Hoy se vivió una jornada muy especial en la ex cárcel de Valparaíso. El “Proyecto Lebu” -una iniciativa de rescate de la memoria histórica popular llevada adelante por un grupo de compañeros y compañeras de Valparaíso y del extranjero- cumplió una etapa en la que durante más de dos meses estuvo instalado en del espacio de memoria del Parque Cultural de Valparaíso, instalación que fue visitada por una importante cantidad de personas de todas las edades, pero que ahora zarpó hacia la ciudad de Santiago para calar sus anclas en el Museo de la Memoria, lugar en donde podrá ser visitada por los santiaguinos y santiaguinas desde el 23 de abril hasta el mes de junio del presente año.

Esto constituye un hito de mucha importancia porque, por una parte, al ser un proyecto y una instalación de memoria histórica que llega a Santiago desde la V región, rompe con el centralismo de la memoria y de los derechos humanos, y por otro lado pone en relieve un elemento simbólico desconocido para la gran mayoría de nuestro país como es la existencia de este centro de reclusión flotante que representa el Barco Lebu el cual, además, expresa en forma concreta la característica cívico militar que tuvo la dictadura en nuestro país, puesto que este barco fue facilitado a la Armada de Chile por la Compañía Sudamericana de Vapores.

Los civiles que propiciaron y apoyaron el golpe de Estado en contra del gobierno de Salvador Allende, pero que además fueron parte activa del régimen dictatorial, siguen hasta el día de hoy en la más completa impunidad, pero este proyecto que rescata la historia de esta siniestra prisión flotante pone en evidencia esta característica poco resaltada en la memoria histórica popular.

Así como el Estadio Nacional aparece como una de las imágenes más simbólicas de la prisión política durante los primeros días posteriores al golpe de Estado, para los porteños y porteñas el Barco Lebu es su equivalente y, sin duda alguna, en las diferentes regiones y en los más diversos lugares y rincones de nuestro país existen otros lugares tan siniestros y simbólicos como estos.




Por esta razón ha sido tan importante el trabajo llevado adelante por un grupo de porteños y porteñas de nuestra región y del extranjero que conformaron el grupo motor, quiénes con su esfuerzo y dedicación concretaron, dieron vida y rescataron del olvido este importante trozo de nuestra memoria histórica. teniendo en cuenta que el golpe de Estado de 1973 lo inició la Armada de Chile acá en Valparaíso.

La maqueta del “Siniestro Buque Lebu” fue cuidadosamente embalada hoy lunes 11 de abril en la ex Cárcel de Valparaíso junto al resto del material que forma parte de “Proyecto Lebu” para ser enviada a Santiago. Cabe destacar el fraternal, solidario y decidido trabajo desempeñado por los trabajadores y trabajadoras del Parque Cultural de Valparaíso, como así también la extraordinaria disposición y colaboración prestada por las distintas autoridades del recinto para que este proyecto llegara a buen puerto.

Mañana todo este valioso material parte rumbo al Museo de la Memoria en Santiago y hoy, al terminar la jornada de embalaje y preparación del material que parte rumbo a la capital, aproveché de conversar con los cinco integrantes del “Grupo Motor Porteño” para registrar sus testimonios, los que transcribo a Continuación.

 

Compañero Puelche, ¿Cuál es su sensación en estos momentos en que el Lebu está por zarpar hacia el Museo de la Memoria en Santiago?

“Los sueños que tenía la gente que estaba en este proyecto-taller se están cumpliendo, de llevarlo a Santiago y después que se difunda por todo Chile. Tengo un montón de alegría porque esto se haya cumplido. Nos costó, pero lo sacamos adelante con harto ñeque. Esto va a trascender históricamente por siempre. Creo también que los familiares de las personas que estuvieron presos en este buque han podido dimensionar y sentir por lo que pasaron ellos. Este es un valor que tiene esta enseñanza de la historia que se ha hecho a través de este proyecto. Es una enseñanza pedagógica que también servirá para las nuevas generaciones que vendrán a conocer esto. Ojalá que este barco recorra todo Chile para que se muestre en los colegios y los muchachos puedan conocer esta historia, porque estos hechos no pueden quedar impunes. En este proyecto nos embarcamos muchas personas y estoy muy contento por eso.”

Ricardo, ¿Qué sientes en estos momentos, en esta etapa que se cumple del proyecto y en la nueva que se inicia?

“Siento una satisfacción por un trabajo que, pese a todas las adversidades que tuvimos debido a la pandemia y sus restricciones, logramos concretarlo. El trabajo lo mostramos acá en la ex Cárcel de Valparaíso, hoy Parque Cultural, durante dos meses, en donde fue visitada por mucha gente. Ahora ya está todo empacado para irse a Santiago, al Museo de la Memoria, donde se inaugurará la exposición el sábado 23 de abril a las 12 horas. Esta es una invitación abierta para todos quienes quieran compartir con nosotros este proyecto de memoria histórica.”

“Qué sientes tú personalmente, en tu intimidad?

“Siento bastante satisfacción por el trabajo realizado, también liberación, porque al hacer este proyecto te vas liberando de algunos traumas que te quedan por haber estado prisionero en este barco y te hace recordar cosas que estaban como escondidas en la memoria. Con todo este trabajo en el proyecto vas liberando y sacando cosas que estaban como escondidas.

Ahora, qué opinas respecto al hecho de que esta cárcel flotante de la marina empiece a navegar por distintas partes de Chile…

“Realmente siento que este barco, esta maqueta que hemos confeccionado, no quedará anclada en el molo de Valparaíso como un centro de prisión y tortura conocido solo en Valparaíso. Al salir a navegar por las aguas de Chile, y también por aguas internacionales será conocido por todos. Creo que así las generaciones nuevas y las antiguas podrán luchar por los derechos humanos para que esto no vuelva a suceder nunca más acá en Chile ni en ningún país del mundo.”

Por su parte, la compañera Verónica, otra integrante del grupo motor de Valparaíso, expresó:

“Estoy muy contenta, porque la idea era que esta historia se conozca en varios lugares. Ahora vamos a Santiago, después vuelve a Valparaíso para ser mostrada en colegios. Estoy muy emocionada y no sé muy bien cómo expresar lo que siento en estos momentos, pero estoy orgullosa de haber podido poner un granito de arena en algo que es muy importante para Chile. La idea es que las nuevas generaciones sepan lo que pasó. Mi hijo y sus amigos se han interesado por esta historia y preguntan detalles de lo que sucedió y eso me da mucha satisfacción.”

Carlos, me gustaría que me relataras tu impresión de lo que estás viviendo en estos momentos….

“Me siento muy contento y hay dos sensaciones, una es que se cerró un capítulo aquí en el Parque, y la otra es que se está abriendo, inaugurando, lo que sería la ruta del Lebu, porque el Lebu ahora empieza a navegar solo. Sale de Valparaíso, recala en el Museo de la Memoria de Santiago y espero que tenga una ruta de navegación larga, en donde vaya dando a conocer esta noticia. Esta es una memoria que se ocultó, entonces con esto se abre la memoria y nos abre la memoria a nosotros, por eso estoy muy, muy contento.”

Esto, a mi modo de ver, tiene también la particularidad que desde las regiones se rompe un poco con el centralismo de la memoria…

“Exacto, eso me parece sumamente importante, porque históricamente no se ha resignificado como corresponde el tema de que el 11 de septiembre del 73 comienza acá en Valparaíso, entonces simbólicamente tiene mucha significancia el tema del Lebu.”

Antonio, te veo muy agitado y emocionado en estos momentos, ¿Qué me puedes comentar al respecto?

“Hoy es abril 11 del 2022, es una etapa que nunca pensé que iba a terminar así de un modo tan solidario. Durante el desarrollo del proyecto, como en todas las actividades humanas, nos encontramos con una serie de dificultades y problemas que definiría como de carácter menor, pero que de igual manera es importante poder solucionarlos. En ese sentido quiero destacar la disposición al diálogo, a la conversación franca y fraternal que tuvimos con las autoridades y encargados del Parque Cultural para solucionar las adversidades en forma conjunta. Son personas que entienden perfectamente el valor que tienen los derechos humanos, la importancia de la memoria y que se están jugando por entero en abrir este espacio no solo a las organizaciones de derechos humanos, a los ex presos y presas políticas, sino al pueblo porteño en general, eso es muy valorable y es necesario destacarlo.

La jornada de hoy nos ha permitido cerrar esta etapa del proceso con la entrega al Parque Cultural de nuestro trabajo. Ellos se han comprometido a tener unas tres presentaciones anuales en diferentes espacios como colegios, centros comunitarios, casas de memoria, universidades.

Mañana 12 de abril nos vamos a Santiago al Museo de la Memoria, lugar en donde el proyecto permanecerá durante tres meses, desde el 23 de abril hasta fines de junio.

Nosotros como colectivo, como grupo motor, tendremos una participación y una actitud vigilante para que este trabajo se siga mostrando, que sea un ejercicio de memoria viva, que no vaya a quedar guardado en algún subterráneo y nos olvidemos de él. Este fue un trabajo arduo, de mucho esfuerzo y donde se unieron y participaron muchas voluntades para sacarlo adelante, por eso nuestro compromiso como grupo motor de acá del puerto es mantenerlo vivo, porque la memoria debe ser un elemento dinámico, pedagógico, que pueda ser conocida por las nuevas generaciones.”


Integrantes del grupo motor de Valparaíso

 

¿Después de la permanencia en el Museo de la Memoria de Santiago, donde se desplaza el proyecto Lebu?

“Una vez que vuelva de Santiago a fines de junio el proyecto anclará en el Liceo Eduardo de la Barra, posteriormente está la posibilidad concreta de que viaje al Museo de La Ligua y así se cumplirá el ciclo del año 2022. Incluso nos llegó una invitación del Museo de la Memoria de Montreal, en Canadá, también de Winnipeg y Calgary, como asimismo de San Francisco en Estados Unidos. Esas son expectativas mayores y va a depender de los apoyos que podamos tener de instancias gubernamentales para poder concretar esos desafíos. Esto lo expreso para mostrar el interés que ha concitado este proyecto, el cual ha podido ser conocido también gracias a la colaboración y al aporte solidario de compañeros y compañeras de la prensa popular independiente, de los comunicadores sociales.”

Antonio, ahora que culmina este primer ciclo del proyecto ¿Qué sientes tú en estos momentos?

“Estoy realmente muy emocionado, sobre todo porque trato de representar y mostrar la valiosa y extraordinaria colaboración que nos han entregado los compañeros del grupo motor del exilio, del extranjero. Me da mucha pena que ellos no puedan estar en estos momentos acompañándonos, porque el apoyo de ellos fue muy importante. Afortunadamente están ustedes, los comunicadores sociales, que con su trabajo solidario permiten que estos testimonios que hoy estamos entregando lleguen también a ellos, porque ellos son parte activa de este proyecto.”

Guillermo Correa Camiroaga, Valparaíso 11 abril 2022

 

 

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