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Otra metida de pata: la embajadora de Chile en México

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México ha enviado a Chile, como embajadora,  a su mejor representante: la doctora  Alicia Bárcena, hasta ahora directora ejecutiva de la CEPAL, con sede en Santiago.  

Pero el gobierno chileno ha tomado la decisión de  designar como embajadora en  México,  a la señora  Beatriz Sánchez,  con un currículum más que dudoso. 

Los chilenos residentes en México, provenientes del exilio,  quisiéramos que el pueblo y el gobierno mexicanos conocieran los antecedentes de la señora Sanchez, pero como los asuntos diplomáticos son muy delicados, no sabemos cómo  proporcionarles la información. Por lo mismo, hemos pensado que se publique en Clarín la siguiente carta, que se ha redactado en forma cuidadosa y moderada, a ver si en alguna forma ella llega a manos del gobierno mexicano: 

Muchos de los chilenos residentes en México  nos hemos enterado con sorpresa de que el gobierno chileno ha nombrado embajadora en México, a la señora Beatriz Sánchez.  




Esta señora, una conocida periodista, fue candidata a la presidencia de  Chile en las pasadas elecciones de 2017, en representación de algunos  grupos y partidos de izquierda. 

La señora Sánchez fue entrevistada  en esa época por la revista Paula, en el número de  1° de julio de 2017. Pues bien, cuando se le preguntó  “si se sentía cómoda con el modelo de Salvador Allende”, contestó “Estamos en otro contexto. Yo prefiero un estado que no sea totalitario porque no creo en un estado totalitario, pero sí en uno robusto, que pueda emprender y mover la economía si no la mueve el privado».  

Tales declaraciones de la candidata causaron gran estupor y rechazo en Chile, pues jamás una persona  que se dice de izquierda había sostenido que el gobierno de Allende hubiera sido totalitario. Por otra parte, declarar que aspira a un Estado que pueda mover la economía “si no la mueve el privado” es coincidir con el Estado  subsidiario que impuso Pinochet en la  Constitución que todavía nos rige.

Posteriormente, cuando sus compañeros de partido le dijeron a doña Beatriz que sus declaraciones eran inconvenientes,  ella se retractó y dijo que había sido un error, pero su opinión ya estaba establecida.  

Esta carta sólo tiene por objeto que el pueblo y el gobierno mexicanos estén debidamente informados de esta situación. Porque es difícil conocer estos hechos, pues la revista Paula de esa fecha  ya no se encuentra en internet, y en la biografía de la señora Beatriz Sánchez que se puede consultar en Wikipedia, no se hace referencia a sus desgraciadas declaraciones.    

Por Margarita Labarca Goddard

  



Abogada chilena que reside en México

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  1. Yo encuentro que es una pésima costumbre en Chile, de nombrar «embajadores políticos» o apitutados o pagar favores políticos nombrando a personas que no tienen la menor idea de diplomacia como embajadores. Tenemos en Chile una excelente academia diplomática que incluso goza de prestigio internacional y de ahí deberían salir todos los embajadores. Es decir tener embajadores profesionales y no «aficionados» y se ha metido la pata, con varios embajadores. Curiosamente, a los embajadores «políticos» los mandan a países turísticamente atractivos, Londres, Paris, Madrid etc. a los que no son atractivos, o incluso peligrosos mandan a los profesionales.

  2. Seria muy c bueno saber quienes son los consejeros de alto vuelo de Boric pera proponer personas de bajo perfil cultueal y de expweriencia del continente.Gabriel Borric tine que ser cauteloso en nombramientos diplomaticos a [ersonas con bajaje extensivo

  3. Serafín Rodríguez says:

    Por chusco que parezca mi comentario, el hecho real y concreto es que los olmos no dan peras. Con todo y aunque parezca una anomalía del reino vegetal, en Punta Arenas hay un ciprés que da huevos. Lo más probable es que esa y no otra sea la explicación para tanto patinazo.

  4. Felipe Portales says:

    Los llamados a la «autocensura» son propios de una mentalidad autoritaria. Mi plena solidaridad con Margarita Labarca, independientemente que no nos identifiquemos con los mismos modelos de sociedad; aunque compartimos, por otro lado, plenamente una misma visión crítica de nuestra «democracia tutelada» y de los virtuales seis gobiernos de la Concertación que hemos tenido desde 1990.

  5. Concuerdo totalmente con Margarita Labarca. México nos recibió con los brazos abiertos y nos abrió las puertas para ingresar como docentes en la Universidad Autónoma de México y otras instituciones públicas. Lo menos que podía hacer el gobierno del presidente Gabriel Boric, era nombrar a una persona con más peso político y, especialmente, con experiencia en relaciones internacionales. Me parece una falta de respeto absoluta, hacia el gobierno y el pueblo de México, este nombramiento. Bueno, como dice Margarita, otra gran metida de pata de nuestra endeble Cancillería.

  6. Las desgraciadas declaraciones de la Sra. Sánchez, pueden ser públicas, otra vez, gracias a la intervención de la Abogada,
    Sra . Labarca. Hay algo personal?

    • Margarita Labarca Goddard says:

      Para quienes hemos sido siempre allendistas porque admiramos al compañero Salvador Allende, porque trabajamos en su gobierno y conocemos lo que el presidente Allende fue para Chile, que una persona que se pretende de izquierda, candidata a la presidencia de Chile, se atreva a decir que Salvador Allende hizo un gobierno «autoritario», se transforma en algo personal. Una ofensa a Allende es algo personal para todas las personas decentes de Chile y del mundo, porque Salvador Allende es admirado en el mundo entero. A la señora Sánchez no la conozco, pero me basta con saber lo que dijo, para descalificarla. Que después se haya retractado es una tontería. Lo menos que se podría decir de esta dama es que no conoce nada de la historia de Chile del siglo XX. por lo cual presentarse de candidata a la presidencia del país en 2017 , es un acto de absoluta irresponsabilidad. Y sería bueno que el pueblo y el gobierno mexicanos supieran de estos antecedentes, porque se ha tratado de ocultarlos. El gobierno mexicano seguramente la tratará como corresponde a todo embajador, pero sabiendo con quien está tratando.

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