
En la primera Constitución francesa se dividió a los ciudadanos en activos y pasivos: los primeros tenían dinero y propiedades, y podían votar, mientras que los pasivos debían conformarse con pasar de súbditos a ciudadanos. El voto censitario aseguraba que la oligarquía siempre mantuviera el poder, incluso, en Chile, un gran progresista – el profesor […]