Pueblos Originarios

El weichafe Héctor Llaitul presentó libro de la CAM en Valparaíso

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Fotos: Guillermo Correa Camiroaga

En la Universidad Católica de Valparaíso, lugar en donde cursó estudios universitarios, el weichafe y werken de la Coordinadora Arauco Malleco, Héctor Llaitul, presentó un libro en donde se explica el pensamiento político estratégico de esta organización, pero no mediante un análisis sociológico o académico, sino a partir de los testimonios directos de los integrantes de los Órganos de Resistencia Territorial (ORT) y las acciones desarrolladas por ellos a lo largo de más de veinte años de existencia.

 

En esta ocasión, Laura Hernández, hermana de Mauricio Hernández Norambuena, entregó un saludo de su hermano dirigido al pueblo mapuche en resistencia y al mismo tiempo denunció las aberrantes condiciones especiales de aislamiento carcelario que sufre el Comandante Ramiro en la Cárcel de Alta Seguridad, las cuales son similares a las que era sometido cuando estaba preso en Brasil.

 

Jaime Castillo Petruzzi, ex combatiente internacionalista, fue el encargado de dar por iniciado oficialmente el encuentro y conversatorio, en una sala del tercer piso del Edificio Gimpert de la Universidad Católica de Valparaíso, aula que se hizo pequeña para acoger a las y  los asistentes a esta actividad, muchos de los cuales debieron permanecer en las afueras del recinto sin poder ingresar a ella.

 

En su introducción Jaime Castillo expresó: “Para nosotros que somos no mapuche, somos winka, y a pesar de nuestra formación política ideológica de avanzada de izquierda revolucionaria, hay un sinfín de aspectos de lo que es la vida, la lucha, la tradición, la cosmovisión, la propuesta política de la lucha por su autonomía, su independencia, por recuperar sus tierras el pueblo mapuche, que nosotros no conocemos. Estamos ajenos a lo que es el planteamiento político que nos hacen los compañeros (…) La CAM tiene 20 años de resistencia y en esos veinte años ha cristalizado una cantidad enorme de acciones, de documentos en donde va plasmando su identidad, va plasmando su propuesta. De esto nos viene a hablar el compañero, el peñi Héctor Llaitul en la presentación de este libro.”




 

 

Héctor Llaitul hizo una extensa exposición respecto al contenido y los objetivos del libro en donde se dan a conocer públicamente los planteamientos de la Coordinadora Arauco Malleco.

 

Transcribo a continuación, parte de su intervención:

 

“Mi nombre es Héctor Llaitul Carrillanca, soy mapuche, mapuche williche, de la zona de Osorno, hacia la costa. Actualmente soy un weichafe, que es una categoría muy particular y para nosotros tiene que ver con esto de entender la lucha mapuche en el sentido del weichan, que es la lucha de nuestro pueblo nuevamente por la restitución de nuestros derechos fundamentales, basado en lo que es la libertad de nuestro pueblo, en la recuperación de sus territorios, en la defensa de nuestra Ñuke Mapu, que es fundamental para seguir siendo un pueblo nación. Somos una organización mapuche de tipo autonomista, nos definimos como una organización revolucionaria, hacemos definición por el anticapitalismo, esa es nuestra expresión concretamente en nuestra práctica política. Llevamos ya poco más de dos décadas de resistencia al interior del Movimiento Mapuche, por eso quiero indicar que no necesariamente represento a todo el Pueblo Nación Mapuche, represento particularmente a esta organización y a una parte del Movimiento Mapuche Autonomista, que hoy día ha asumido con mucha fuerza la reconstrucción de nuestro pueblo, esta confrontación que nos toca hoy día con los Estados opresores, el Estado chileno y el Estado argentino, y contra, principalmente nuestro enemigo histórico hoy día basado en el sistema capitalista que opera indiscriminadamente en el Wallmapu, y que en el último tiempo ha ido agudizando contradicciones con nuestro pueblo. En ese marco se ha venido desarrollando la lucha de nuestro pueblo, en distintas expresiones. Hay muchas expresiones al interior de la lucha mapuche. Yo represento una de las tantas expresiones que se ha vuelto legítima en el último tiempo y que tiene que ver con esto de asumir con el rol histórico que le toca a nuestro pueblo, cada vez que somos objeto de la invasión, de la ocupación y de las injusticias (…) Hoy me toca un rol particular, dentro de la vocería de la CAM, vocería en tanto cuanto los planteamientos políticos de lo que dice relación principalmente  de lo que son nuestras expresiones concretas en la confrontación con el Estado. De un tiempo a la fecha, a raíz del avance sustantivo que han tenido las políticas extractivistas del capitalismo en nuestro Wallmapu, se han desarrollado una agudización de los conflictos con nuestras comunidades, con nuestro pueblo, y en eso ha habido expresiones de las que ustedes tienen seguramente conocimiento. Lo que me toca a mí es dar respuesta, ser el portavoz de la gente, hombres y mujeres mapuche, que estamos luchando en la territorialidad ancestral.  Nosotros como CAM se nos conoce en lo que es el ámbito de la recuperación de las tierras, esta situación muy particular y muy generalizada a la vez, de lo que es la lucha por nuestros derechos, derechos en todos los sentidos. Seguimos siendo conocidos por estar involucrados en ese ámbito, ya que nosotros definimos la lucha por el territorio como nuestro norte y uno de los objetivos estratégicos, ahí estamos involucrados, en conjunto con otros mapuche (…)

 

No soy Héctor Llaitul no más, sino que represento a una organización mapuche, y con mucho orgullo lo digo, a la Coordinadora Arauco Malleco, a la CAM, organización autonomista, revolucionaria, mapuche, que estamos involucrados muy fuertemente en este proceso de la reconstrucción nacional de nuestro pueblo, el Pueblo Nación Mapuche. Tenemos una propuesta política que vamos trabajando y luchando en ese sentido. Ya van más de dos décadas de nuestra resistencia. Podemos hablar de que ha habido un camino, hemos hecho un camino y nos hemos situado en esto del quehacer político. Para mi hoy día es una emoción, porque traigo la voz de los weichafe, hombres y mujeres que luchan de forma decidida, muy valiente, de mucho compromiso y sacrificio, en el Wallmapu. Nos hemos proyectado en esta lucha tan significativa que es la defensa de nuestros territorios, la defensa de nuestros recursos y de formas de vida que parecía que ya estaban agotadas, estaban exterminadas, pero que hoy día tienen plena vigencia y que tienen que ver con esa relación con la tierra, con la naturaleza, con nuestra madre tierra, Ñuke Mapu, de la que nosotros como mapuche nos identificamos plenamente.

 

En ese plano circulaba entre nosotros algunos documentos, escritos, en donde íbamos compilando algunos de nuestros pensamientos, nuestra experiencia. Con el tiempo, apareció un texto que se manejó internamente, pero que hoy día nos vemos un poco en la obligación de sacarlo a la luz pública, porque también entendemos que la lucha de nuestro pueblo nación no va a caminar sustancialmente si no tiene el acompañamiento de los diversos sectores, o de las distintas expresiones de lucha también, que tienen definido un enemigo histórico que es el mismo. Que es la oligarquía, el poder de dominación que estaba basado en el sistema capitalista. En ese plano hay un pensamiento que fue madurando al calor de la lucha, desarrollado, y en esto también quiero dar a entender que si andamos presentando el texto de este libro, tiene que ver con que este es uno de los libros que no está escrito por especialistas, ni académicos, ni historiadores, sino que está escrito por gente que lucha. Yo les traigo el agradecimiento de esa gente. No es un texto cualquiera, es un texto escrito con mucha dificultad, de gente que tiene la experiencia al rigor de la lucha como se está dando hoy día en el Wallmapu. Una lucha de tipo muy desproporcionada, muy injusta, en todo lo que significa el aparataje estatal, todo el sistema de dominación, entonces ha habido mucho esfuerzo para construir este pensamiento. Un pensamiento que ha ido decantando y el valor que tiene es que ha sido construido por los propios actores de esta lucha.

 

El libro dice “Chem ka Rakiduam”. Nosotros pensamos mucho en lo que es la portada del libro y, seguramente, los amigos que nos sacaron la impresión del libro trataron de que pasara medianamente desapercibido, pero se ve, si lo miramos con detención es un grupo de weichafe que hoy día combate en la territorialidad ancestral mapuche. Son miembros de un Órgano de Resistencia Territorial, un ORT, y es la portada del libro, por lo tanto hay una responsabilidad política de entregar este tipo de imagen, porque tiene que ver con lo que está sucediendo en el Wallmapu. Hay una confrontación, hay un estado de beligerancia, la que nuestro pueblo ha ido asumiendo con mucha responsabilidad y compromiso.

 

“Chem ka Radikuam”, los que estaban en la lucha concreta, en la acción, sabían perfectamente lo que significaba el “chem”, que da a entender esta suerte de acción en la que nos vemos involucrados, en el que hacer, en algún acto que tiene que ver con lo propiamente mapuche. “Chem” es cuando se hace una acción directa y es uno de los elementos fundamentales de nuestra práctica política. “Ka Rakiduam” explica pensamiento, nosotros hablamos del pensamiento mapuche. Cuando nosotros planificamos la lucha por la autonomía, no solamente nos referimos al proyecto  o a un tipo de sociedad a reconstruir, a conquistar, sino que también hablamos de un tipo de vida, una forma, una lógica ancestral en nuestro actuar que tiene que ver con reconstruirnos como mapuche y reconstruir la nación mapuche (…) La autonomía la entendemos como la lucha permanente, cotidiana, necesaria, en el día a día, en el metro a metro, por nuestros territorios, por nuestros recursos, por nuestra reconstrucción y formas mapuche. Eso constituye una política orgánica independiente en todo sentido. La descolonización, en ese marco, tiene mucho significado. Entonces, hablamos de la reconstrucción mapuche, pero entendiendo la autonomía en esa dimensión de independencia política. También lo entendemos en lo que es la autoafirmación propiamente mapuche, o la resignificación que nos toca a nosotros como mapuche y como pueblo, y ahí tiene importancia todo este mundo antiguo que nos legaron antepasados, de cómo vivir y cómo entender el mundo, cómo asumir esta relación con la naturaleza (…) Pero lo más importante, es llevar adelante la descolonización, lo que ustedes hablan de deconstrucción o búsqueda de una alternativa distinta a un sistema que nos oprime y que nos mantiene dominados en general. Nosotros hablamos de la descolonización ideológica y del fortalecimiento de un pensamiento eminentemente propio. Todo esto se conjuga, todos estos elementos de la autonomía y en el fondo se construye un pensamiento político ideológico propiamente mapuche, y ese es el Rekiduam. En la mitad de este texto está plasmado este pensamiento, plasmado en cómo entendemos la liberación, cómo entendemos la autonomía, cómo entendemos el proceso de acumulación para sentar las bases de nuestra propuesta política. La otra parte del libro tiene que ver con la acción política.

 

Ciertamente a la CAM se nos conoce por estar involucrados, como decía a anteriormente, en proceso de recuperación de tierras, pero a nosotros también se nos conoció en cómo nosotros nos presentamos frente a la sociedad en general y frente a todo el sistema que nos oprimía y a todo el inmovilismo que ocurría en la sociedad en su conjunto, y tiene que ver con esto de la acción directa, que tiene que ver con un tipo de reclamación, plasmado en la rabia, en la ira, y hay un devenir en lo que es la acción directa propiamente tal. Lo que se conoce por los medios y las han tildados como acciones terroristas, delincuenciales o violentistas. En el texto hacemos reivindicación de la lucha, de las acciones que llevan adelante los distintos ORT.

 

En una entrevista a “Le Monde Diplomatique” referí respecto de la necesidad incluso de utilizar la violencia política para la defensa de nuestros derechos políticos, territoriales y ancestrales. Este es el sostenimiento del pensamiento mapuche. La práctica política ha sido llevada adelante por Comunidades, por distintas organizaciones y expresiones de lucha, pero hoy día los que han asumido un rol protagónico han sido los weichafe. Esta nueva generación de hombres y mujeres mapuche que ha tomado la decisión  de organizarse de tal forma y llevar adelante acciones en defensa de los territorios y de la libertad, como era antaño.

 

Hay aquí relatos, incluso, de acciones, que es lo inédito del libro. Esa es la parte compleja y polémica de este libro, por lo cual podrá ser perseguido. Hay relatos de acciones llevadas adelante y que están narradas aquí de primera mano por weichafe. Nunca antes, ningún texto, ningún registro lo había hecho, y para nosotros significó una discusión al interior del Movimiento Mapuche de la CAM, el poder desarrollar este tipo de expresión. Sentimos y pensamos que teníamos la necesidad de hacerlo, porque el actuar de los weichafe se ha vuelto protagónico en el conflicto con el Estado Nación chilena. Es una de las formas que nos obligó el Estado de dominación, toda vez que ha militarizado zonas de conflicto, toda vez que la posición es la constante criminalización, la persecución y la negación de todos nuestros derechos. Hay por lo tanto un agotamiento de las vías políticas o de este caminar por la institucionalidad opresora y, por lo tanto, la resistencia y la autodefensa se ha vuelto absolutamente necesaria.

 

Acompañando la lucha del pueblo mapuche ya hicimos transversal una consigna que es “AMULEPE TAIÑ WEICHAM”, que significa la lucha de la nación mapuche continúa.

 

Con posterioridad a la presentación del libro se realizó un conversatorio en donde se plantearon numerosas preguntas, las que fueron respondidas por el weichafe Héctor Llaitul, reiterando y profundizando todos los planteamientos anteriormente expresados. A manera de ejemplo, transcribo parte de una de las respuestas entregadas por Héctor Llaitul:

 

“Lo que existe hoy día efectivamente es un ámbito, un escenario prácticamente de guerra contra la nación mapuche, impuesta desde el Estado, desde los Estados, el Estado chileno y el Estado argentino. Nosotros hablamos prácticamente de un escenario de guerra en contra del Movimiento Autonomista Mapuche, el que reivindica estos dos grandes pilares que nosotros sostenemos con fuerza y que tratamos de que así sea, la lucha por el territorio y la lucha por la autonomía, cuestiones centrales en nuestro proyecto político y del Movimiento Mapuche Autonomista. Esto lo digo, porque hacemos una diferencia con respecto a los otros Movimientos que están luchando por integración, un tipo de inclusión, o derechamente por políticas sociales que le beneficien como sector, otro tipo de concesiones a conseguir.

 

 

La lucha del pueblo mapuche, en estricto rigor, debiera ser por territorio y autonomía, para la reconstrucción de la Nación Mapuche, por ahí nosotros estamos, por ahí nos tienen que ubicar. Como la lucha ha avanzado en ese plano, se han agudizado estas contradicciones, porque la reivindicación de tipo territorial que nosotros vamos desarrollando, tanto como CAM y otros Movimientos, ha chocado de frente con este muro que es el sistema capitalista, es decir, con los intereses que están del otro lado. Nosotros planteamos la reconstrucción de la Nación Mapuche, los derechos mapuche, la justicia, la dignidad y todo lo que está relacionado a la condición de nuestro pueblo nación, pero en una propuesta política de reivindicación territorial y política, y en esa reivindicación territorial para reconstruirnos, nos toca pelear o confrontar con los capitalistas principalmente. Por eso nuestras definiciones son de un anticapitalismo tal, que no transamos, al menos de la CAM. Una, porque esa es la realidad, es decir, lo que existe hoy día en el Wallmapu es la invasión, la permanente ocupación del capital respecto de los recursos y nuestra territorialidad ancestral. La confrontación de nuestro pueblo no es con la sociedad chilena, la confrontación del Pueblo Nación Mapuche es en contra de los intereses y las inversiones capitalistas que están operando indiscriminadamente en la territorialidad ancestral…”

 

Guillermo Correa Camiroaga, Valparaíso 08 octubre 2019

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