Medio Ambiente

Greenpeace desmiente versión de la industria salmonera sobre nueva contaminación de aguas en fiordos australes

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Ante el escenario actual de mortalidades de salmónidos que se están generando en las regiones de Los Lagos y de Aysén debido a floraciones de algas nocivas, el Consejo de Salmón (CDS) se refirió al asunto que ha afectado a algunas de sus empresas socias explicando que el fenómeno de bloom de algas se produce, en general, en esta época del año a causa de factores asociados  la abundante luz solar que reciben las aguas, entre otras condiciones. ”A esto se suma que los primeros meses de 2021 han sido de mucha sequía en el sur de Chile. Hay condiciones que generan estos fenómenos y uno de los más importantes en el último tiempo es el cambio climático. De hecho, en días calmos, con alta irradiación solar, se generan condiciones para que los blooms crezcan”.

Respecto a esta justificación por parte de la industria salmoneras, la organización ambientalista es enfática en deslegitimar este argumento explicando que: ““Es innegable la influencia de la contaminación producida por la salmonicultura con el desarrollo de este tipo de crisis. Es una tremenda irresponsabilidad que la industria se vuelva a escudar sólo en el Cambio Climático. Existen evidencias de que la presencia de amonio y urea proveniente de cultivos de salmón en fiordos cerrados o con poca circulación, pueden exacerbar floraciones de la especie detectada en el Fiordo Comau. No se puede ignorar el rol que tienen los nutrientes que aportan de forma ininterrumpida las jaulas salmoneras, para la proliferación de algas potencialmente tóxicas. Ya hace más de 10 años existe consenso científico respecto a la relación que tiene la degradación de la calidad del agua en este tipo de blooms. En ese sentido, la única manera de afrontar este tipo de fenómenos que se hacen más frecuentes y peligrosos, es restringir la presencia de elementos altamente contaminantes de las columnas de agua como son las instalaciones de engorda de salmones”.

En esta zona, hay una concentración de 17 centros salmoneros operando, en donde se declaró una siembra de 14 millones de salmones para el periodo 2020 – 2022, y donde la autoridad pesquera ha informado la presencia de 24.000 toneladas de salmones a la fecha. Se ha informado oficialmente de mortalidades masivas en 6 centros, de los cuales sólo en tres de ellos, la empresa Camanchaca ha reportado la muerte de más de unas 2.250 toneladas de salmones.  La información que se reporta oficialmente da cuenta de niveles de floraciones de algas nocivas en al menos 9 centros, por lo que estimamos que las estimaciones oficiales sobre la mortalidad puede estar subestimada,  explican desde la organización.

“El Fiordo Comau, es uno de los pocos lugares de esta región que alberga bancos de corales de agua fría, los que representan un hábitat muy sensible y que ya ha sido muy alterado por la industria acuícola. Esta alga causa una mortalidad de peces, no solamente salmones, sino que también puede afectar a especies silvestres ya que genera una obstrucción dañina de las branquias de los peces. Es urgente que haya transparencia respecto de la magnitud de lo que está ocurriendo en el fiordos. Los altísimos niveles de algas tóxicas se están reportando también en otros sectores de las regiones de Los Lagos y Aysén, en esta  última Región, se reportaron al menos 2.000 toneladas de mortalidad provocadas, según la información oficial, por floraciones algales, y bajos niveles de oxígeno en las aguas, las que han afectado a 12 centros salmoneros”, enfatizó, Estefanía González, Coordinadora de Campañas de Greenpeace

“Se habla mucho de los impactos que tienen las floraciones algales nocivas sobre los cultivos de salmones, pero es mucho más grave la afectación que puede tener sobre los recursos pesqueros y bentónicos de los que depende la comunidad en las áreas costeras de la zona austral. Sin duda se trata de una situación gravísima que guarda similitudes con el origen de la catástrofe medioambiental que sufrió la Región de Los Lagos en el otoño de 2016. Hoy, las medidas tomadas hasta el momento dan cuenta de la gravedad de la situación, Sernapesca ha autorizado el traslado y la cosecha temprana de salmones para evitar mayores pérdidas económicas a las empresas instaladas en el fiordo, sin embargo, resulta altamente riesgoso incrementar la circulación de barcos cisternas (wellboats) en condiciones en las que podrían estar esparciendo algas nocivas hacia otras zonas”, agregan desde Greenpeace.




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