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El Estado peruano infiltrado por asociaciones criminales

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El 26 de agosto del presente año el juez dará su veredicto sobre la prisión preventiva, solicitada por el Fiscal de la Causa para  Yennifer Parada, cuñada-hija del Presidente de Perú, Pedro Castillo, como también del alcalde de Engía, José Medina Guerrero, y para ambos personajes se pide 36 meses de prisión preventiva, (el Fiscal del Caso ha dado a conocer una gran cantidad de antecedentes del peligro de fuga de los implicados).

La Asociación criminal estaría dirigida por el Presidente Castillo, y como coordinadores, la primera dama, Lilian  Paredes, el alcalde, José Nadir Medina, Yennifer Parada, (como lobista), y el ministro de Transporte y Comunicaciones, Geiner Alvarado, además de los hermanos de la primera dama, David y Walter Paredes, (estos últimos implicados habían depositado 90.000 Soles en la Cuenta de Hugo Espina, dueño de una empresa que actúan como testaferros). Esta Asociación criminal había servido para enriquecer a la familia del Presidente Castillo, (el Jefe de Estado, Pedro Castillo, sería el jefe, y su mujer, la coordinadora de dicha Asociación), como también el ex secretario de Palacio, Bruno Pacheco, hoy “colaborador eficaz” de la Fiscalía”, además de los Ministros de gobierno  Juan Silva, Geiner Alvarado y Walter Ayala, en calidad de coordinadores.

Tanto en la acusación contra Cristina Kirchner, en Argentina,  como el caso de Pedro Castillo, en Perú, las respectivas asociaciones criminales se han enriquecido por el sobreprecio de las Obras Públicas, (en muchos casos, no terminadas, o “fantasmas”).

Los Distintos Presidentes de Perú, especialmente a partir de Alberto Fujimori, han robado al Estado, pero la diferencia con Pedro Castillo está en que el mismo Jefe de Estado y toda su familia y sus amigos y coterráneos chotanos, han sido descubiertos, y en plena posesión de los cargos, (en el caso del Presidente y sus Ministros, todos gozan de fuero, por consiguiente, no se les puede culpar mientras mantengan el cargo de gobierno. La Fiscal General, Patricia Benavides, sólo podía entregar la acusación al Congreso, Institución que debería tratar el desafuero.




Si el gobierno está corrompido desde la base, algo similar ocurre con el Congreso unicameral y, hasta ahora,  26 congresistas conforman un grupo, el de los llamados “niños”, comprados por el gobierno. ¡El Presidente de la República, dentro de este panorama, está, incluso, menos desprestigiado que el Congreso!

Los ciudadanos, en plena anomia, ni siquiera se rebelan y menos copan las calles para exigir la salida de su clase política, más ladrona que nunca en la historia de ese país: ni el Presidente de la República, menos el Congreso, podridos por la corrupción están dispuestos a renunciar y, así, dejar sus cargos a disposición de la ciudadanía.

Durante estos últimos días del mes de agosto, la Corporación a cargo de las Prisiones peruanas decretó la remisión de la pena a Antauro Humala, acortando los 19 años de prisión a los cuales estaba condenado, a 17 años, (uno de cada siete años de trabajo o estudio). El líder etno-caserista, Antauro Humala, fue condenado por cuatro asesinatos de oficiales de policía, durante una rebelión en contra del ex Presidente Alejandro Toledo. El etno-caserismo, (tendencia extremo-nacionalista), reivindica el indigenismo Inca, en contra de la oligarquía limeña, así como la entrega al imperialismo, y por la reconstrucción del Perú “cholo y moreno”.

Antauro, (hermano del ex Presidente Ollanta Humala e hijo de Isaac Humala, líder e ideólogo del etno-caserismo), amenaza con restablecer la pena de muerte y, además, tomar presos o desterrar a sus enemigos, según él, los “vende-patria”.

Andrés Avelino Cáceres, (el “brujo de los Andes”), fue el caudillo de la guerra de la sierra, que luchó en contra de la ocupación del ejército chileno en Perú. Cáceres fue dos veces Presidente de Perú, y en ambos períodos, un gobierno desastroso de tal manera que la ciudadanía no encontraba la forma para derrocarlo, pero al final tuvo que dejar el gobierno por la presión popular.

El etno-caserismo es un movimiento indigenista y anti chileno, y pretende recuperar Arica y Tarapacá, territorio perdido por el Perú en la guerra del salitre.

Ante la debacle de la clase política peruana, Antauro Humala tendría una seria posibilidad de ganar las próximas elecciones presidenciales, aplicando el programa político, que antes traicionaron Ollanta Humala y su esposa, Nadine Herrera, (hoy también acusados de corrupción por la Fiscalía).

El porvenir de los dos principales países fronterizos de Chile, Argentina y Perú, se ve bastante negro, y no podemos descartar un estallido social e incluso, una guerra civil.

Rafael Luis Gumucio Rivas (El Viejo)

25/08/2022

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Historiador y cronista

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