Poder y Política Opinión e identidades

Esos expertos sin corona

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El parlamento. Esa cámara de diputados y senadores excluyentes y sectarios.

Aquella institución, la más desprestigiada, la menos valorada por la ciudadanía y que llega sencillamente a un dígito de popularidad, es la encargada de nombrar a los expertos en redactar una Constitución.

El viejo Mujica tiene razón, será una bolsa de gatos.

Recordar que por sus amplios pasillos han pasado por años asesinos, cómplices de la dictadura, firmantes de boletas y facturas falsas, traidores, así como también diputados que han convertido su tarea parlamentaria en emprendimientos familiares. Gente suertuda.




Ese asunto/artilugio no se había visto jamás en Chile ni en ningún país del planeta, ni en los tiempos del muro de Berlín y la cortina de hierro. Acá se inaugura una creativa forma de escribir un documento serio con letra mala para una estructura constitucional que se supone debe durar algún tiempo.

Suenan ya algunos nombres.

Ex ministros de anteriores gobiernos, abogados, alguno que no agarró cargo ni camioneta y que lo perdió con la victoria de los opositores. No se olviden de la experiencia gritan algunos viejos del partido del orden. En realidad se replica una vez más que Chile está en manos de corsarios. Rostros vendidos al mejor postor que no dudarán en instalar y defender los intereses de esos grupos económicos.

Hay que parapetarse y dejar por escrito a esos impenetrables del 1% de los más ricos en este país por la razón y la fuerza. Más trabajo para los mismos sueldos miserables, ellos los crean, locos corriendo tras el fantasma del desarrollo.

Asombro causa por decir lo menos el nombramiento de parte de la derecha del ex ministro Hernán Larraín quien ha mantenido un tránsito político/jurídico absolutamente lejano de la normalidad. Su defensa de Paul Schaeffer y el marcado interés como testigo de la honorabilidad del ex senador Orpis actualmente condenado y preso por cohecho, facturas y boletas extraordinariamente falsas lo reflejan en su integridad. Es UDI.

Hernán Larraín ha manifestado siempre su admiración y respeto por la dictadura militar, aquello sencillamente es desconocer las graves violaciones a los Derechos Humanos cometidas por la DINA/CNI y evidentemente el reconocimiento de la Constitución de 1980. Nunca se manifestó sobre la ley de amnistía de 1978 que pretendió dejar en la impunidad delitos cometidos con la vida y la dignidad de  hombres y mujeres, de aquello está la evidencia en la Comisión Valech y la Comisión Rettig.

Lo tendrán todo.

El duopolio dejará sus páginas abiertas, los medios de comunicación abundarán en sus matinales para amenazar que el lobo se quiere comer a Pedrito. Que la madrastra de Cenicienta le esconderá sus zapatos de cristal para que no pueda ir al baile. Y que si no sale lo que se quiere al día siguiente el mar de Chile perderá su salinidad.

El asunto es que nadie conoce las bajas intenciones de los expertos, cuáles son sus pasiones secretas y deseos escrupulosos. Los de la calle, los que transitan de a pie están desnudos. En la anterior consulta se conoció que si ganaba el apruebo se cerrarían las iglesias evangélicas y los pastores tendrían que vivir del comercio informal. Como no recordar que un senador de la república manifestó que estaba escrito que las mujeres podrían abortar hasta los nueve meses de embarazo.

Volverán a decir los expertos que a los chilenos les quitarán las casas para entregárselas a los extranjeros y que el apellido Chávez será de uso obligatorio. No se puede asegurar que la cueca y el rodeo estarán en el alma de la patria, los expertos también pueden equivocarse, lo que sería un mal chiste.

Con el anterior proyecto se conoció que los pueblos originarios existen desde antes de la llegada de Valdivia y sus avarientos. Allí estaba Elisa Loncón con su memoria, su idioma, sus doctorados, con sus vestimentas y su cosmovisión. La derecha asustada escondida llorando para no perder sus privilegios con sus alacenas llenas de comida.

Está en el norte de los expertos el desarrollo sustentable para evitar una ley de pesca como la de Longueira. Entenderán los expertos que se hace fundamental sacar de la pobreza a millones de compatriotas. Podrán escribir que llegar a viejo es sencillamente seguir viviendo y no entrar al sueño sabiendo que podrá suceder al día siguiente.

Chile poco cambia.

El actual Fiscal Nacional se debate entre las/sus mentiras en el senado. Las tantas boletas por servicios prestado al corrupto alcalde Guevara en Lo Barnechea. Compadre con el presidente del senado, amigo de los amigos/políticos. En una parafernalia como cuando se discutía el paseo para fin de año en el liceo.

Como nos explicamos que parlamentarios herederos de la dictadura se arroguen el privilegio de instalar sus expertos. Para ellos posiblemente los de PuntaPeuco deben estar sin lugar a dudas. Allí los peregrinos de Kast pidiendo una estatua para su Kaiser/Reich.

El pueblo, nuestros pueblos antiguos y la calle pobre no estarán.

Se hará presente con el voto que le entregó a su parlamentario de su distrito que le llenó la cabeza con cuentos de pajaritos y que los creyó. Nadie podrá defenderlo, tendrá que hacerlo sólo y pagar los costos que nunca pensó que sucedería. Y nuevamente los abandonados de siempre. a los que se les regaló en la medida de lo posible o es mejor un mal acuerdo que nada. Los nuevos parlamentarios no asistieron a las clases de historia cuando se hablaba de la democracia como el valor más determinante para la real soberanía de los pueblos, y del ejercicio cívico de todos los ciudadanos.

Todos Juan Palomo, yo lo cocino yo me lo como.

Queda la tarea de saber que es un experto, fecha de nacimiento y en que colegio estudió y a qué dedica el tiempo libre. Sabemos que son de perfume caro. El triunfo del rechazo los volvió locos, unos se salieron de sus partidos, otros se negaron a recibir órdenes y comenzó la creación de nuevos referentes, verdaderas callampas. Amarillos, ex de todas las esquinas, con ampliados de militantes que apenas ocupan un ascensor, todos con su sillita musical para instalarse en el centro. Todos ellos mirando su ombligo hacia la derecha, una nueva generación millennials, sesentones que nunca hicieron nada por nadie, sencillamente todo para ellos y seguir flotando en las tranquilas aguas del acomodo y granjeas políticas.

Todo será de acuerdos, hay que cuidar el país para evitar que se lo lleven y lo instalen en otro lugar. La Canción Nacional deberá seguir sonando los días lunes en los colegios para que el patriotismo ese que se heredó de los viejos uniformados, no se diluya como el agua sobre el agua.

Raro será encontrase con una nueva Constitución al conmemorarse los cincuenta años del golpe militar, donde los militares recibieron órdenes de la CIA y los Estados Unidos convirtiéndolos en sumisos corderos en tiempos de esquila. Los que mataron a su comandante en jefe.

Ellos saben que su proyecto será de corto aliento y aunque haya que tomarse el tiempo que sea necesario este flaco y maltratado país, algún día tendrá una justa Constitución, que nacerá de algún violento de amor sin duda, como escribiera Zitarroza.

 

Por Pablo Varas

 

 

 

Las opiniones vertidas en esta sección son responsabilidad del autor y no representan necesariamente el pensamiento del diario El Clarín

 



Escritor

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