La Comunidad Indígena Domingo Ñancucheo aborda usurpación histórica al Titulo de Merced
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Representantes de la comunidad indígena Domingo Ñancucheo de Boroa, comuna de Nueva Imperial, tuvieron la oportunidad de referirse a la usurpación del territorio ancestral y tierras históricas debido a la instalación de la Misión Capuchina a fines del s. XIX en territorio mapuche.
En dependencias de la Corporación Nacional de Desarrollo Indígena, el jueves 13 de abril, se realizó la reunión que contó con la presencia de la comunidad indígena Domingo Ñancucheo, el Director Nacional de CONADI, Luis Penchuleo Morales, y la Diócesis de Villarrica afin de exponer la reclamación de tierras y territorio que por más de 20 años, según el expediente de CONADI, lleva liderando la comunidad mapuche ante la institucionalidad indígena del Estado y la Diócesis de Villarrica.
En este marco, uno de los dirigentes de la comunidad, Maorí Ñancucheo, en conjunto con el antropólogo Víctor Naín, y basados en documentos de archivos históricos, mapas y en relatos de la tradición oral mapuche, expusieron una síntesis de la problemática de tierras que enfrenta la comunidad. El problema surge con la instalación de la Misión Capuchina en el año 1883, en tierras ancestrales del Lonko Domingo Ñancucheo en el antiguo territorio mapuche de Postahue.
La cronología de este conflicto inicia hace 140 años con la llegada de la Misión Capuchina Italiana al territorio de Boroa (Forrowe) en 1883, la cual se instala en tierras del denominado cacique Domingo Ñancucheo. La Misión construyó la iglesia y una escuela para evangelizar y chilenizar a los mapuche de Boroa. A partir del año 1902, o sea hace 121 años, la Comisión de Radicación otorgó un Título de Merced al Lonko Domingo Ñancucheo de 276 há, siendo este último usurpado de forma paulatina por chilenos y colonos que llevó la “Misión de Boroa”, provocando una perdida de 73 há del Titulo de Merced otorgado por el Estado de Chile, con la entrega de la Merced de tierras se consolido una usurpación de tierras que hasta muy reciente trabajó y arrendó la Diócesis de Villarrica a particulares no mapuche.
Hace 42 años con la división de la comunidad indígena, en el año 1981, se produjo la oposición de la comunidad y descendientes de Domingo Ñancucheo y expusieron en la prensa la perdida de tierras producto de la instalación Misión de Boroa. Desde el año 2000 se comenzó a presentar expedientes y documentación histórica a CONADI, proceso que lleva más de 21 años sin tener respuesta.
En la actualidad, la comunidad indígena a logrado convocar y dialogar con los distintos actores involucrados, y es de esta manera la Diócesis reconoce esta usurpación histórica a la comunidad Domingo Ñancucheo a través de una carta de compromiso de restitución de tierras indígenas a la comunidad mediante Art. 20, letra B de la Ley Indígena 19.253, mostrando su voluntad de devolver las tierras a través de CONADI.
Por lo anterior, el Director Nacional de CONADI, Luis Penchuleo, estableció acuerdos con la comunidad a fin de revisar los expedientes y desplegar los estudios correspondientes a la institucionalidad indígena, mostrando su compromiso para resolver la problemática de tierras de la comunidad indígena Domingo Ñancucheo.