Poder y Política

El gran fracaso de la izquierda chilena

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Los largos años de la posdictadura no han sido capaces de provocar una adecuada actualización del mundo político, especialmente en los que se imputan como de izquierda. El pinochetismo, en cambio, ha sido muy hábil al reciclarse en partidos de distintas denominaciones para disimular la férrea adhesión que le otorgaran al régimen de facto y antidemocrático durante diecisiete años. Se podría decir que las tres o cuatro expresiones que hoy exhibe la derecha han logrado sacudirse el “peso de la noche” y hasta han tenido la audacia de tomar las banderas de la Democracia y los Derechos Humanos.

Pura hipocresía, por cierto, pero muy eficiente electoralmente. En tres décadas han logrado ganar dos veces la presidencia de la República y desde el Parlamento realmente cogobernar con la Concertación y la Nueva Mayoría, referentes que han elegido a tres mandatarios. Constan, además, la impunidad que han logrado algunos de los más fieros represores del pueblo y la dócil forma en que los más inescrupulosos empresarios han sido acogidos por los nuevos gobernantes, consolidado más negocios y fortuna que antes.

Incluso, ahora, hay dirigentes derechistas que se asumen como campeones de la paz y los derechos del pueblo, condenando como dictatoriales a los regímenes que no les gustan en el mundo por sus directrices económico sociales. Acusando al centro y a la izquierda chilena de tener una política ambigua al respecto o de estar en franca complicidad con esos regímenes.

El llamado Frente Amplio abrió las esperanzas de un cambio al fundarse y lograr una encomiable cantidad de votos para su candidata presidencial. Sin embargo, debemos reconocer que a poco de andar se ha formado en el receptáculo de una enorme cantidad de pequeños partidos y movimientos que se han negado a desaparecer y cuyo principal empeño es controlar un “aparato” que ya es más electoral que político o ideológico.

Al contrario de lo sucedido en otros países que se zafaron de los caudillos y la pesadilla capitalista, la izquierda chilena permanece atomizada en más de veinte o treinta expresiones diferentes. En una enormidad de capillas políticas a cargo de pequeños reyezuelos o caudillos, lo que se expresa también en el mundo de los estudiantes universitarios y secundarios, donde las denominaciones surgen con fruición y provocan el desconcierto total entre los jóvenes al momento de elegir a sus dirigentes. En estos días, la histórica Federación de Estudiantes de la Universidad de Chile no logró convocar ni al treinta por ciento de quienes debían sufragar para renovar a sus representantes. Tanto así que sus actuales líderes clausuraron el proceso electoral y decidieron poner en “refundación” a esta histórica entidad. ¡Qué lamentable!




El llamado Frente Amplio abrió las esperanzas de un cambio al fundarse y lograr una encomiable cantidad de votos para su candidata presidencial. Sin embargo, debemos reconocer que a poco de andar se ha formado en el receptáculo de una enorme cantidad de pequeños partidos y movimientos que se han negado a desaparecer y cuyo principal empeño es controlar un “aparato” que ya es más electoral que político o ideológico.

En las cifras del Servicio Electoral, el Servel, se puede apreciar la enorme deserción de militantes que han tenido las expresiones de la izquierda tradicional, de aquellos partidos que lograron entenderse y elegir a Salvador Allende, pero que en este momento de la historia solo constituyen carcasas de ese glorioso pasado. Sumidos, al mismo tiempo, en toda suerte de reyertas internas, pugnas de liderazgo y apetencias de poder. En corrupciones y toda suerte de otros vicios.

Asimismo, la Democracia Cristiana da más pena que vergüenza. Nadie pudo haber imaginado lo sucedido con el partido de Frei Montalva, Radomiro Tomic, Bernardo Leighton y otros notables fundadores y líderes. Una colectividad que ahora anda a la deriva entre la derecha y la izquierda y cuyo común denominador es imposible descubrir entre sus dirigentes más renombrados y mediocres, primando por sobre todos sus valores ideológicos del pasado que tanto añoran la posibilidad de recuperar o aferrarse a cargos públicos.

¿Existe, acaso, vestigio alguno del Partido Radical que le dio a Chile tres o cuatro mandatarios? ¿Alguien podría contarnos que persigue el PPD a esta altura? Aunque imaginamos que todavía tiene un membrete y algunos fondos asignados por el Estado que le sirven para estampar la firma en los pactos electorales y hacerse validar desde el extranjero. Porque ya sabemos, con franqueza, que ninguno de éstos y otros partidos se expone a competir solo en las elecciones para ocultar, así, su triste precariedad dentro del montón de candidatos y nomenclaturas.

¡Cuándo irá a surgir un líder verdadero que tire el mantel de toda esta vergüenza y se anime a convocar al pueblo progresista que sabemos que existe y respira con fuerza y arrojo  en las protestas y levantamientos sociales! ¿Por qué los sólidos referentes sociales que animaron la política y la protesta de fines del año pasado no se proponen fundar algo nuevo y de única denominación? ¿Es que estarán infiltrados como antes tantas organizaciones de trabajadores y pobladores?

Estamos próximos a concurrir a un plebiscito impuesto por el pueblo en las calles y que la clase política en su conjunto no tuvo otra oportunidad para negarse sin arriesgar el desmoronamiento definitivo de nuestra institucionalidad. La pandemia, como sabemos, vino a aplacar los ánimos, pero no vaya a ser cosa que desde La Moneda y el Parlamento se consume otra traición para burlar la soberanía popular y abortar una nueva Constitución.

¡Cómo no darnos cuenta que, apoyados por la televisión y otros medios, los ministros, los alcaldes, los diputados y senadores andan mucho más preocupados de sus reelecciones que del nuevo orden institucional que por primera vez podría ser definido por los ciudadanos! Solo basta contar, por ejemplo,  la cantidad de precandidatos presidenciales proclamados por los medios de comunicación, como por esa vorágine de referentes políticos de papel… O solo de timbre y campanilla, como se decía antes.

¿No sería ya hora de que la izquierda chilena deje de mirarse el ombligo y cumpla con su misión de servir a la unidad y aportar a la lucha social? Representar y luchar por la redención de los oprimidos.

 

Por Juan Pablo Cárdenas

 

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Premio Nacional de Periodismo

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  1. Alfredo Saavedra says:

    El gran fracaso de la izquierda chilena ? y latinoamericana y/o mundial ? La pregunta del millón por qué ? Algunos responden : es la economía estúpido ! otros replican : es la política estúpido ! El huevo o la gallina ? Cuál es el instrumento y como administrarlo ? Libertad económica y partido único como en China o Libertad económica y política limitada como en Rusia o simplemente Neoliberalismo con matices ? Cual es la posibilidad de los países pequeños como Chile de elegir independiente alguna de estos modelos ? la verdad ninguna ya que dependerá de la esfera de influencia que se se encuentren.En el caso de Chile el travestismo político de la derecha es posible porque tienen el control de la economía y la única posibilidad de limitar este poder es a través de estimular un capitalismo de Estado en aquellas áreas que el capital nacional no muestre mayor interés como sería el de las nuevas tecnologías. En pocas palabras administrar el capitalismo para crear desarrollo que beneficie al país y la mayoría de sus habitantes, lo contrario del modelo actual que sólo ha significado crecimiento y concentración de la riqueza.

  2. Florangel Márquez says:

    También se han impuesto ideas que más que acercar a la izquierda las separa en proyectos distintos. Hoy en el mundo y en Chile, en particular nadie cree en el otro, no «somos» capaces de ver la capacidad del otro, se minimizan las cualidades y maximizan los desaciertos, solo se destaca sus debilidades, generalizamos «convenientemente» y así sigue ganando la derecha . El principal escollo para la izquierda es el odio que les han inculcado a los militares y fuerza policial hacia este sector, las FF.AA, hoy se han convertido, sin escrúpulos ni pudor alguno, en el brazo armado de la derecha. Es necesario y urgente cambiar de raíz la doctrina militar, comenzando por los altos mandos, no sirve ya la verticalidad de mando, la obediencia debida, la formación prusiana, anacrónica y sin contrapeso, no pueden seguir aplicando la política del enemigo interno. Hoy la idea del profeta desarmado adquiere real sentido, de acuerdo a Maquiavelo el profeta debe “estar armado” ya que así “tiene precisión de examinar si estos innovadores tienen por sí mismos la necesaria consistencia, o si dependen de los otros; es decir, si para dirigir su operación, tienen necesidad de rogar o si pueden precisar. En el primer caso, no salen acertadamente nunca, ni conducen cosa ninguna a lo bueno; pero cuando no dependen sino de sí mismos, y que pueden forzar, dejan rara vez de conseguir su fin. Por esto, todos los profetas armados tuvieron acierto, y se desgraciaron cuantos estaban desarmados.” Hay mucho por analizar, pero lo primero es definir que entendemos por ser de izquierda. Si hasta «Lagos Weber» dice ser de izquierda. ??????????

  3. Germán Westphal says:

    El hecho es que simplemente no hay izquierda en Chile, ni siquiera al interior del inorgánico estallido social. La razón es simple. La base de toda organización política viable es una comunidad de intereses sociales y económicos que en el caso de la gran mayoría ciudadana están totalmente atomizados, dispersos y disparados en distintas direcciones aspiracionales dentro de la gran trampa y también como resultado o consecuencia del sistema económico neoliberal imperante.

    La multiplicidad de grupúsculos que alzan banderas progresistas de distinta índole, los cuales van desde las organizaciones esencialmente cupulares del ex concertacionismo nuevo mayorista al frente amplísimo —del cual sólo queda la carátula— mas algunos otros en la periferia de la figuración política, es en los hechos un reflejo directo de la mencionada atomización que echó profundas raíces en la sociedad chilena a partir de la dictadura del contubernio civil-militar, el cual —entre paréntesis— nunca tuvo nada de cívico.

    De manera muy interesante, todo lo anterior es efectivamente cierto excepto en los sectores sociales que detentan el poder económico y sus escuadrones de acción política, los partidos políticos de derecha. La razón también es simple. Tienen intereses sociales y económicos que comparten y cohesionan en una alianza a todo trance.

    En estas circunstancias, las organizaciones políticas que no son parte de dicha alianza y alzan banderas progresistas como estrategia electoral sin una base de intereses sociales y económicos homogéneos, quedan reducidas a meros administradores de lo que hay y al servicio de los poderes económicos dominantes, dentro de los cupos de acción política institucional a los cuales logran acceder, precisamente porque carecen de la base política-social con intereses comunes que puedan movilizar a favor de cualquier cambio auténtico y sustantivo.

    Lo anterior ha sido en síntesis la función política e historia del ex concertacionismo nuevo mayorista más algunos elementos moligeradores tipo parche a fin de reducir en alguna medidla las tensiones político-sociales que genera el sistema neoliberal en un país de economía esencialmente extractiva y, de paso y de manera muy importante, mantenerlo. A este efecto, incluso llegó a descabezar y a eliminar los movimientos sociales de los 1980 a fin de evitar su continuidad y a destruir los medios de comunicación de la época y los primeros años de los 1990 —una historia bien conocida en cuanto a cooptación política, las acciones de La Oficina que lindaron en lo criminal si es que no lo fueron y el avisaje oficial canalizado exclusivamente a los medios de comunicación de la derecha reaccionaria.

    También es interesante notar que —engañosos discursos aparte— la política de administración de lo que hay ha sido asumida por los grupúsculos parlamentarios frente amplistas cuya única y gran contribución política —si así se la puede llamar— ha sido sumarse en su gran mayoría al ex concertacionismo nuevo mayorista y a la derecha reaccionaria para montar el tinglado de la gran trampa del tal llamado proceso constituyente y eventuales convenciones constitucionales —un tinglado que entre otras maravillas incluye el quorum pre-establecido de 2/3 y otros nudos Giordanos como la intocabilidad de los tratados internacionales de los cuales los Tratados de Libre Comercio son también parte y centrales al sistema neoliberal imperante. En otros términos, sea cual sea la convención constitucional que se apruebe an el plebiscito próximo si así resulta ser el caso, en el mejor de los escenarios posibles sólo podrá introducir notas a pie de página en cuanto a todo lo económico, el quid de toda la cuestión. La pura y santa verdad es que es para cagarse de la risa!

    Saludos y salud! Mientras la haiga!

    N.B. El proceso político-social reivindicatorio que culminó con la elección de Salvador Allende y sus tres años de gobierno no surgió de la nada sino que tuvo una larga trayectoria de trabajo político en organizaciones de base popular con intereses sociales y económicos en común que se remonta, por lo menos, al surgimiento de lo que en historia se ha dado en llamar “la cuestión social” por allá en los 1880, hace 140 años.

  4. Felipe Portales says:

    Señor Román: El PC HOY se ha embarcado en el fraude constituyente ideado por la derecha y la ex Concertación el 15 de noviembre (para neutralizar la rebelión de octubre); sin decir NADA respecto del aberrante y antidemocrático quórum de los dos tercios destinados obviamente a imposibilitar una Constitución que no sea del gusto de la derecha y que le permita a la ex Concertación (¡igual como lo hizo en 1989 cuando le regaló la futura mayoría parlamentaria a la derecha mediante la Reforma Constitucional concordada ese año!) a «culparla» de no haber podido obtener una Constitución que permita terminar con el «modelo chileno».

  5. Sr. Roman;el «PC» que de comunista no tiene nada,es un mal necesario para el sistema capitalista,toda vez,que siempre ha servido de colchon amortiguador de los conflictos sociales! Mire por favor hacia atrás la historia de Chile y la Lucha de Clases. Que es de «izquierda» lo és,pero es,esa izquierda que claudico ante el sistema capitalista,ahora son empleados de sú Estado.
    Yo vuelvo a insistir,que por medio de la legalidad y la constitución burguésa,jamás se va a lograr de nuevo, un gobierno,que represente y defienda los intereses del Pueblo y sus clases explotada,como el de la UP y Allende por ejemplo!?!
    Más Ahora que todos los actuales partidos políticos de»izquierda» que existen en Chile,han entregado las nominas con todos los datos de sus militantes(*),al servicio electoral yconstitución instaurada por la fuerza,por la Dictadura del Capital sobre el Trabajo. Así que,eperar cambios por ese lado con las elecciones, es una utopía.
    (*)Para recibir la «ayuda»económica qeúe les da su patrón, el estado capitalista. y para poder participar en las elecciones(circo)que organiza el sistema cada cierto tiempo.
    Saludos

    • Don Luis, que un partido se autodenomine como Comunista no quiere decir que representa a una Sociedad Comunista, que en mi humilde opinion y siendo un ser humano con todos sus defectos, es una UTOPÍA. Ahora, me imagino que todos los partidos comunistas que existen en las sociedades politicias y sociales de nuestro planeta, basan su ideología en los diferentes líderes ideológicos que caracterizan a este partido, como son Karl Marx, Lenin y Mao. Posiblemente, el Partido Comunista de Chile tiene como su finalidad el crear una Sociedad Comunista en nuestro chilito, y para esto TIENE que enfrentar la realidad actual de los trabajadores de Chile y a pesar que la mayoría de los trabajadores han perdido su norte viviendo y desarrollándose en una sociedad capitatlista, el Partido Comunista no puede denvolverse en esta sociedad apartandose de la realidad actual de los trabajadores y tiene que moverse politicamente en esta realidad y cuando corresponde aliándose con partidos progresistas para crear medidas que palien las condiciones de vida de los trabajadores de la actual sociedad chilena. Como usted verá, la mayoría de los trabajadores de Chile viven y se desarrollan en una sociedad de consumo que los ha enceguecido y esto se demuestra en la forma en que los trabajadores se han dividido en sus preferencias políticas y hay muchos que apoyan incluso a partidos de derecha como la UDiI y la RN, ni que hablar del apoyo a los nuevos Curas de Catapilco como el FA y sus ramitas, y del todavía apoyo a partidos rancios y obsoletos como son el PS, PPD, PR y otros.(por lo menos esto indica que todavía queda un poquito de conciencia de clase en muchos trabajadores) A propósito de nombres, ¿usted cree que el Partido Socialista está por una Sociedad Socialista como el nombre del partido lo proclama? Para terminar, don Luis, 17 años de una dictadura infernal y 30 años de una Sociedad de Consumo brutal, ¿usted cree que todo esto no ha hecho mella en la síquis de los chilenos? NO OLVIDE USTED QUE EL PARTIDO COMUNISTA SOLAMENTE TIENE EL APOYO DE UN POQUITO MÁS DE UN 7%, pero usted y los otros opiniadores envuelven a este partido con estos nuevos partiditos que solamente tienen una historia sin pasado, o partidos con pasado, pero que este pasado, estos nuevos integrantes de estos partidos se han metido este pasado por el culo sin respeto alguno por mártires como nuestro Chicho, don Salvador Allende Gossens. Termino escribiendo que NO SOY MIEMBRO DEL PARTIDO COMUNISTA, pero si puedo opinar viendo la realidad e historia de este glorioso partido que todavía no ha sido manchado por Corrupción o traición a los trabajadores de mi patria.

  6. Cuando las bases de los partidos elegían a sus dirigentes, los partidos estaban cerca de la gente y eran los transmisores de los problemas de los trabajadores, pobladores, profesores, etc., a sus parlamentarios para que estos a su vez fueran los que promocionaran sus soluciones.
    Pero, aparecieron los parlamentarios que se empezaron a elegir como presidentes de los partidos y así protegerse y trabajar para la perpetua reelección y con eso se transformaron en fan club del parlamentario de turno y se acabó el partido.
    Y hoy en día tenemos parlamentarios que dan asco, pena y risas por sus capacidades.
    Qué tiempos aquellos cuando los políticos se enfrentaban con ideas profundas, es decir, política de verdad.
    Estudié en la UTE, hoy USACH, y los debates eran muy profundos de política real, con periodistas como Eugenio Lira Massi.
    El discurso del Presidente SALVADOR ALLENDE en la ONU es de religión, les aseguro que los políticos de hoy lo leen y entienden cero.

  7. Hernán Montecinos says:

    Hay un problema de lenguaje muy serio. Se habla muy suelto de cuerpo cuando se hace referencia a una supuesta izquierda, Digo supuesta, porque en Chile hace rato que no hay ningún partido político de izquierda. Esto se esfumó en el momento mismo que el P.C se sumó y formó parte, primero de la Concertacióan, con ese asunto de los pactos electorales, y más después, cuando se sumó con cuerpo y alma a la Nueva Mayoría compartiendo gobierno con ellos.
    En definitiva una izquierda propiamente tal, es aquella que estrá por los cambios y no por las puras reformas como es lo que hemos tenido en estos decenios de Concertación, Derecha y Nueva Mayoría respectivamente. No se distinguen mucho entre ellos. Incluso más, con los gobiernos de la Concert6ación y la Nueva Mayoría se profundizó aún más el modelo neoliberal legado por la dictadura. entregando los servicios básicos del agua, la energía, los bosques, las carreteras y las riquezas del cobre, entre otros. a las empresas transwnacionales.

  8. Felipe Portales says:

    Dado que el acuerdo del 15 de noviembre establece un proceso constituyente falso con el quorum inmodificable de los dos tercios para aprobar un «nuevo» texto constitucional, no se puede esperar nada de él, independiente que gane el Apruebo (lo que es obvio, dado que hasta Lavín y la «derecha social» van a votar por el) y de que que gane la Convención completamente electa. Lo que hay que hacer es contribuir a desengañar a la población para que no se entusiame con aquel y de este modo no experimente un gigantesco desánimo cuando la Asamblea (llámesele como se llame) empiece a consensuar con la derecha un «nuevo» texto constitucional que por supuesto no sentará ninguna base para sustituir el «modelo chileno». En otras palabras, que dará lo mismo ir o no a votar en octubre, pero lo importante es que si uno lo hace lo haga sin ninguna expectativa. El resultado final de este proceso ya está «cocinado».

  9. Un rezongo apropiado a los centro izquierda , porque izquierda pura ,no queda. Ni el PC se salva de la transición a la «socialdemocracia» , nomenclatura inventada en europa para borrarse de la izquierda tradicional (vea que fue del gran PC italiano).La acción unitaria , los líderes para tal opción no se dan ,creería , porque los grandes programas políticos desaparecieron con la despolitización capitalista-neoliberal que se adueñó de gran parte del discurso izquierdista y nos dejó mudos al robarnos las ideas y las palabras( como lo dice el artículos , los grandes dictadores dictan democracia a los que consideran dictadores de izquierdas ó regímenes distintos a ellos ).Diría que la tendencia actual es ir resolviendo los problemas puntuales uno a uno y se verá con que líderes se cuenta en cada ocasión : el APRUEBO y la C/C100% elegida es lo que viene (favor ,no hablar de candidaturas presidenciales ni de otras ,sólo unidad para la NC-C/C).Está visto que hay amarras insolubles y que ,si se gana por paliza , la C/C ,deberá poner contra la pared al gobierno y acuerdo de noviembre
    fascista y resolver otras atribuciones como borrar acuerdos internacionales ,nacionalizaciones , quebrar las transnacionales dueñas del país , eliminar la subsidiaridad como forma de gfobierno , etc , que el acuerdo NO PERMITE.Hay mucho que pensar , hacer y en poco tiempo.

  10. Felipe Portales says:

    ¡Ni siquiera el PC se salva hoy de haberse subordinado al último intento maquiavélico de las «dos derechas» (al cual se subordinó formalmente la casi totalidad del FA) del fraudulento acuerdo del 15 de noviembre por el cual se le regaló a la derecha tradicional un poder de veto respecto de una «nueva» Constitución con el antidemocrático e INMODIFICABLE quórum de los dos tercios! NADIE habla siquiera de dicho engendro que obviamente se va a traducir (como en el caso del solapado regalo de la mayoría parlamentaria que le hizo a la derecha en 1989, a través de una Reforma Constitucional concordada) en que la ex Concertación va a poder «culpar» a la derecha tradicional de no haber podido obtener una Constitución que permita sustituir el «modelo chileno»; así como lo hizo en los 90 respecto de la no aplicación de sus programas presidenciales de sustitución del neoliberalismo.

  11. Claudio Labarca says:

    Dicen; que Chile es un laboratorio social a escala planetaria para «probar» modelos de convivencia social, de gobernabilidad y otras minucias sociológicas y económicas. Dicen; que la única «revolución» exitosa en Chile fue la neoliberal implantada a partir de septiembre de 1973. También dicen; o más bien, digo; que en Chile ningún partido político quiere cambiar el MODELO… la beligerancia está en cómo lo administramos; políticas sociales más, planes sociales menos. Repito; NADIE quiere destruir el MODELO, ni siquiera el otrora Revolucionario Partido Comunista, que para no quedar fuera del baile electoral cortó de un golpe su «brazo armado» y firmó, con sangre, su promesa de buena conducta…

  12. Quizás Juan Pablo Cardenas ve hoy una oportunidad de los que se llamaron de izquierda, y no tuvieron las ganas ni el valor de honrar al sector que decían representar, por fin den un paso en la defensa de los trabajadores y sectores populares, y no de las grandes empresas, como vienen votando desde el sector progresista de la DC hasta el PS, por años.

  13. JUAN HERRERA ALVAREZ says:

    Saludos,,,,uno de los grandes errores históricos es a mi juicio por parte de los partidos tradicionales de la izquierda,,, es comprarse el carácter democrático,,de los dueños del poder,,al final uno termina viendo como estos ex izquierdistas son mas papistas que el papa,, defendiendo algo y buscando alianzas donde solo hay acomodos personales o de clanes,,,esto a venido corroyendo todo el espectro político y hace que no haya ninguna diferencia entre unos y otros…y todo pase por el canal constitucional. por que estos mismos lo validan.

  14. ¿QUÉ IZQUIERDA, SR CARDENAS? El único partido de izquierda en este sistema social, politico y económico que es el NEOLIBERALISMO, es el PARTIDO COMUNISTA. Todos los otros partidos que tratan de diferenciarse de los verdaderos gobernantes y dueños de Chile, tildándose de izquierda, para atraer a los incautos que todavía hay muchos, son solamente la extensión del apéndice del tresero de la derecha, es decir, se mueve cuando lo exige o lo quiere la derecha. Un real partido de izquierda en las actuales circuntancias por la que atraviesa la mayoría del pueblo chileno, es el que ofrece una ideología y un plan para cambiar totalmente ESTE SISTEMA ALIENANTE Y DESTRUCTOR DEL PUEBLO y fuera del PC ningún partido de la oposición ofrece este programa. .

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