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Brasil: un país enfermo y ardiendo en llamas

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El país está enfermo y ardiendo en llamas. La pandemia del Covid- 19 ha exterminado la vida de 134 mil 106 brasileños/as, mientras 4 millones 419 mil 083 de personas infectadas por el coronavirus desde los inicios de la Covid-19 han copado los recintos asistenciales.

En las últimas 24 horas, 987 personas han  muerto a causa de la pandemia y 36 mil 820 personas contagiadas  siguen abultando las terribles cifras y el colapso hospitalario continúa.

La Covid-19 desnudó en toda su crudeza las abismantes desigualdades sociales entre las élites y los desposeídos. La cantidad de  muertos y contagiados por coronavirus es altamente mayor en la población negra y los sectores de extrema pobreza.

En su mayoría, estos hombres, mujeres y niños brasileños no tienen acceso al agua potable y a una vivienda digna.  El aumento de casos de tuberculosis, sarampión y cachumba o paperas en estos sectores, es otra muestra de la desigualdad social.




Y como si esto fuera insuficiente, el país está en llamas.

Los incendios en El Pantanal –reserva creada para preservar la biodiversidad-  destruyen miles y miles de kilómetros cuadrados, matando animales y arrasando con nuestra  flora y fauna.

Sin embargo, Bolsonaro ha dicho a la prensa internacional que “la historia de la amazonia en llamas es una mentira que debemos combatir”.

Pero esto no es todo!

La enfermedad de la indiferencia y el odio, también afecta a la sociedad brasileña. Indiferencia a las altas cifras de infectados y de fallecidos. Odio a todos quienes no piensan como los que  gobiernan el país. Odio contra los  que no creen en sus sistemáticas tesis negacionistas como: los indios son vagos y ocupan mucho espacio en nuestros bosques, la tierra es plana, las mascarillas no protegen contra el coronavirus, para qué vacunas si tenemos hidrocloroquina

La pandemia avanza a pasos agigantados por los territorios del Brasil y la militarización del Ministerio de Salud ha transformado a este ministerio en un verdadero cuartel. Sin embargo y pese a la desastrosa gestión del ministro interino de Salud, general Eduardo Pazuello, Bolsonaro lo ratificó en su cargo.

El día 16 de septiembre 2020, en medio de la ceremonia de ratificación del general ministro de Salud, Bolsonaro volvió a defender el uso de la cloroquina y llamó a la apertura inmediata de todas las escuelas del país.

 

Por José Drumond Saraiva (desde Río de Janeiro, Brasil)

 

 

 

 

 

 



Ingeniero electrónico brasileño

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  1. Estamos todos, nós e o país, a caminho do cadafalso. A esperança que nos resta seria a mudança com a queda do Trump, chefe neofascista de toda troupe do gado reacionário, e o possível esvaziamento dos genocidas que nos aniquilam.

  2. Carlos Patricio Didier Valdés says:

    Si hay alguien que dice la verdad y está »condenado a no mentir», es el Presidente Bolsonaro. No tiene necesidad y combate la mentira como combate la corrupción. Su credibilidad es envidia y ejemplo hoy de exportación a todos los países.

  3. Lamentable presidente brasilero, lamentable también su líder norteamericano y todos aquellos latinoamericanos que prefieren ventajas de castas privilegiadas a las mayorías de sus pueblos, con las consecuencias del cambio climático y pandemia se nos viene un duro panorama a todos, pero ellos prefieren sus mentiras y negacionismo de lo evidente.

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