Crónicas de un país anormal

Alejandro Toledo a la espera de la extradición

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Hace más de un año el gobierno peruano presentó una solicitud de extradición en contra del expresidente Alejandro Toledo por los delitos de colusión  y de enriquecimiento ilícito, ambos con riesgo de penas de cárcel superiores a 20 años.

 

 

El juez César  Concepción Carbunco había condenado  a Toledo a 18 meses de prisión  preventiva, que se aplica ante el peligro de fuga o de entorpecimiento de la investigación.

 

En Estados Unidos Alejandro Toledo aparecía en la lista de pasajeros de un vuelo desde Los Ángeles a Tel aviv (Israel no tiene convenio de extradición con Perú), pero al negársele la admisión a este país, decidió quedarse en California, donde, junto con su mujer ejercen como docentes en la Universidad de Stanford; (la familia Toledo tiene una de las casas más lujosas de aquellas  destinadas a profesores de la Universidad).

 

Estados Unidos tiene convenio de extradición con Perú, sin embargo la revisión de la solicitud por parte del gobierno peruano ante la Secretaría  de Justicia demoró más de un año. El hecho es que el 16 de julio del presente año el gobierno norteamericano al entregar a un juez federal el dossier, se hace parte de la extradición del ex Presidente Toledo: en la comparecencia del próximo viernes, 19 de julio, el juez del caso debe decidir si Toledo espera la posible  extradición en la cárcel y bien, libre bajo fianza, que debe definirse sobre la base del peligro de fuga.




 

Sus abogados en Perú ya han definido la estrategia a seguir: por  un influyente y poderoso bufete contratado en Los Ángeles, con profesionales que, en su mayoría, pertenecieron a gobiernos republicanos, llevará a cabo los alegatos correspondientes: se trata de convencer al juez federal de que Toledo es un perseguido político y no un delincuente.

 

En Perú, hasta ahora, desde el dictador Francisco Morales Bermúdez hasta el ex Presidente Pedro Pablo Kuczinski, todos tienen causas ante la justicia: Alberto Fujimori está preso, Alán García  se suicidó ante la inminencia de ser detenido, Ollanta Humala, junto a su mujer, estuvieron en prisión  preventiva, y hoy, PPK en prisión domiciliaria a causa de su edad. La ex candidata Keiko Fujimori está en prisión preventiva por 36 meses.

 

 

Según mi parecer, en la democracia bancaria, en la cual el alfa y el omega es  dinero es casi un hecho connatural que las empresas brasileras, entre ellas Odebrecht, hayan intentado sobornar a candidatos o a presidentes latinoamericanos; es decir, si el poder corrompe y el poder absoluto corrompe absolutamente, no es sólo un lugar común sino una cruel realidad, al menos en el modelo neoliberal, donde la persona se convierte en un objeto transable en el mercado.

 

Dentro de los sucesivos presidentes peruanos la causa contra Alejandro Toledo es la que cuenta con pruebas más contundentes: los fiscales peruanos, en especial José Domingo Pérez, han sabido utilizar muy hábilmente los testimonios de los  colaborados eficaces, que si declararan la verdad y aportaran nuevos hechos lograrían, mediante previo convenio, una rebaja substancial de las penas e, incluso, la libertad condicional.

 

La primera causa contra Toledo comenzó en 2013 bajo la acusación de lavado de dinero. En San José de Costa Rica se descubrió el Registro de una empresa inmobiliaria, cuyos dueños eran dos personas: una encargada de la “limpieza” y un segundo, guardián, ambos pertenecientes a un famoso estudio de abogados, ubicado en la capital costarricense, cuyo nombre de fantasía era ECOTEVA. Estos dos propietarios nombraron como presidenta a la suegra de Toledo, Eva Fenenburg quien, posteriormente, fue reemplazada por un representante de las empresas del multimillonario Joseph Maiman, amigo personal de la esposa de Toledo, Eliane Kart.

 

Las personas que figuran en la empresa ECOTEVA son, en su mayoría, testaferros. Es muy difícil explicarse cómo una señora de 85 años, que vivía en Bélgica, pudiera comprarse con sus exiguos ahorros una mansión de cinco millones de dólares, además de una lujosa oficina en el corazón de Lima, de más de un  millón de dólares; para rematar, Toledo trató de justificar esta inversión de su suegra afirmando que el dinero correspondía a una indemnización recibida como víctima del holocausto.

 

Finalmente, su amigo Joseph Maiman, decidió acogerse al estatuto de testigo protegido delatando a Toledo y reconociendo haber recibido de parte de Jorge Barata, (delegado de la empresa  Odebrecht en Perú), 20 de los 35 millones de dólares que pagó la empresa brasilera para ganar la concesión de la carretera Transoceánica Sur, que une los puertos del Pacífico peruano con Brasil. Barata también se acogió en Brasil a declarar como testigo protegido: en su testimonio relata una reunión sostenida con Toledo y Maiman en la cual el ex Presidente le da a conocer los números de cuentas bancarias, por las cuales la unidad de operaciones estructuradas de Odebrecht debe depositar el dinero correspondiente a las coimas, todas ellas pertenecientes al multimillonario judío-peruano, Maiman.

 

Jorge Barata sostiene que Toledo lo presionaba, incluso con garabatos, para que la empresa Odebrecht pagara a tiempo las coimas, que llegaban a su testaferro Maiman.

No se sabe cuánto tiempo va a demorar el fallo sobre la posible extradición de Alejandro Toledo, como tampoco por cuáles delititos serían entregados a la justicia peruana, (en el caso de Alberto Fujimori la Corte Suprema chilena limitó su extradición  sólo a algunos delitos, que luego fueron ampliados por la justicia peruana). En el caso de Toledo, al menos arriesgaría hasta 20 años de prisión.

 

Rafael Luis Gumucio Rivas (El Viejo)

17/07/2019                                             



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