
Un hecho irrefutable: la ultraderecha mordió el polvo de la derrota en su afán por hacerse de La Moneda. Y que Boric y sus muchachos consiguieron una sonada victoria en el mismo trayecto. ¿Será que ambas constataciones son, en efecto, el cara y sello del triunfo y la derrota absolutas? Casi. El rigor, y a […]