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La campaña mundial contra Cuba ha arreciado, aprovechándose de la pandemia, de los efectos  devastadores  del bloqueo y también de la ausencia física de Fidel. Mucha gente, especialmente los jóvenes, tienen comunicaciones por internet y creen que en otros países están mejor que ellos. ¿Mejor? Pues sí, los sectores de clase alta  y quizás los de clase media alta. Los cubanos siempre se comparan con los Estados Unidos,  porque  ese ha sido su eterno referente. Antes de la revolución, lo compraban todo, absolutamente  todo allí. Ahora, los que quieren salir de la isla se van para allá, donde tienen un pariente o un amigo. El pariente les ha mandado fotos  en que se encuentra al lado de un auto gigantesco, que por cierto no es de él sino de un vecino.

Un médico en Cuba gana un salario modesto, quizás igual o menor que el de un cañero o un obrero calificado, mientras que en Estados Unidos puede ganar millones. Pero no piensa este médico que en su país estudió gratuitamente en una de las mejores escuelas de medicina del  mundo, a pesar  de que su padre era un obrero del matadero.  En cambio en Estados Unidos tendría que haber pagado miles de dólares para llegar a la Universidad, y en Chile, él o sus padres  habrían contraído deudas eternas,  para financiar sus estudios.

 

En fin, que estas protestas en Cuba se deben en gran parte a la ignorancia. Porque saben que están bloqueados, pero algunos no miden  el alcance  de ese bloqueo. Se quejan de que hay apagones. ¿Y por qué hay apagones?  Pues porque ellos no tienen casi ninguna fuente de energía, y si un país  solidario les quiere enviar petróleo, ese país va a ser castigado  económicamente  (impuestos a los productos que vende a USA,  negativa a venderle otros que necesita, etc.) ¿Y  por qué no emplean la energía solar, que sería lo más apropiado para ellos?  Pues porque no tienen los elementos indispensables para fabricar los paneles solares. Por ejemplo, la soldadura de los paneles se hace con unas maquinarias especiales, ellos no pueden importarlas y tiene que soldar a mano, que es un proceso largo y complicado. Tienen algunos paneles, pero no los suficientes.

 

¿No hay jeans de Calvin Klein?  ¿Y eso qué importa? En caso de que se pudieran importar, el gobierno no se va a gastar las pocas divisas que tiene en esas tonterías, pero sí  hay otras marcas. Pero desgraciadamente, como en todo el mundo, los jóvenes cubanos quieren tener unos jeans Calvin Klein  y  unos tenis  FILA o con luces.




¿Reclaman que hay una tiranía, que no hay libertad?  ¿Libertad para qué?  Para tener un diario de oposición, en un país que está prácticamente en guerra, enfrentado día a día con la potencia más poderosa del mundo.

 

¿Reclaman que Fidel se quedó muchos años, hasta que murió? Claro que sí. En  primer lugar porque Fidel  había hecho una revolución  y los revolucionarios no se van para su casa cuando no hay otro mejor que los reemplace. Porque era un genio universal y porque el pueblo lo respetaba y lo quería. ¿Alguno de los que ahora protestan habría querido que Fidel se fuera? No lo creo, a menos que sea un mafioso, que desgraciadamente los hay.
¿Y Fidel puso a su hermano Raúl? No señores,  porque  Raúl estuvo preso en tiempos de Batista, llegó a Cuba en el Granma, luchó por la revolución y es un compañero muy respetado en la isla porque organizó el ejército, que es uno de los mejores del mundo y funciona de maravillas. Y quizás si no fuera por ese ejército, ya los yanquis habrían  invadido a Cuba, pero no se atreven porque saben que les va a ir muy requete mal, como en Vietnam.

 

¿Libertad para elegir como presidente a un  hombre o mujer  como los que desde  Miami complotan contra Cuba, que han puesto bombas, que en 1976 derribaron el avión  de Cubana de Aviación  que llevaba al equipo juvenil de esgrima, que regresaba de una competencia  internacional? Me acuerdo muy bien de ese día, porque yo estaba en Cuba. La Plaza de la Revolución repleta, todos llorábamos. Y Fidel, desde la tribuna, nos dijo con esa voz tan potente que tenía: «Cuando un pueblo enérgico  y valiente  llora, la injusticia tiembla».

 

Olvidarse de estos momentos y poner al frente de Cuba a tipos vendidos a los gringos ¿Eso es lo que quieren? ¿Instalar un casino  manejado por la mafia, introducir drogas y convertirse en un país sin dignidad?

 

Pues no.  Cualquier otro país habría sucumbido al bloqueo en pocos meses  y se habría entregado, atado de pies  y manos al imperialismo brutal e invasor. Habrían vuelto los casinos, la clase explotadora, la desigualdad que se oculta  cuidadosamente en otros lugares. Pero los cubanos son muy valientes, lo fueron siempre, en la lucha por la independencia, contra  Machado, contra Batista, en la sierra maestra y en Girón.  ¿Y los que ahora protestan no  son valientes? Claro que sí, como  los revolucionarios,  con la diferencia de que no tienen razón. Y dicen que no tienen miedo, porque saben que la policía no les va a disparar a los ojos ni les van a tirar gases lacrimógenos ni agua con sustancias irritantes como en Chile. Y también saben que no los van a masacrar como hizo el gobierno de Añez en Bolivia, con un saldo de decenas de muertos, ni  les va a pasar lo que está pasando en Colombia, donde ya han muerto más de cien personas del pueblo.  ¿Y acaso la OEA, el tal Almagro y toda la prensa  que ahora ataca ferozmente a la revolución cubana, se ocuparon o les importó un bledo lo que pasaba o pasa allí? Pues no.

 

El señor  Joe Biden, llamó al gobierno de Cuba a «escuchar» a los manifestantes que exigen «el fin de la represión y la pobreza”. ¿Cuál represión? ¿Acaso el  presidente de Cuba  no ha hablado con los manifestantes? ¿Alguna vez Sebastián Piñera  conversó o por lo menos escuchó a los compañeros del estallido social?  ¿En otros países de nuestra América los gobernantes escuchan algo? ¿Y por qué Biden no se los exige? ¿Poner fin  la pobreza?  ¿Cómo, señor Biden?  Por favor, dejémonos de hipocresías, que llega a dar risa. En primer lugar, trate usted de que cualquier loco no pueda seguir matando niños en las escuelas de su país. Levante el bloqueo y se acaban todos los problemas de Cuba. Y si no se acaban, porque  los países de América Latina son pobres, tienen pocos recursos, y a Cuba después de 60  años de bloqueo le va a costar levantarse,  ayude a su pueblo, no mande sicarios a asesinar a nadie, mande petróleo, mande arroz, mande vacunas,  mande paneles solares y otras cosas que ellos le dirán. Continúe el trabajo de acercamiento que comenzó su jefe Obama  y entonces veremos qué pasa. Ellos le pueden pagar con los medicamentos contra el cáncer que tienen, a lo mejor hasta renuncian a las patentes porque los cubanos son extrañamente generosos a pesar de todo. Los pueblos  pobres, explotados y ninguneados del mundo se lo agradecerán. Y por favor, no se meta en los asuntos internos de Cuba ni de ningún otro país, que no es usted el dueño del mundo, aunque  no se haya dado cuenta todavía.

 

Por Margarita Labarca Goddard

 

 

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