
Desde el 18 de octubre 2019 la violenta represión del Estado hacia la población civil ha provocado 405 heridas oculares, según el reporte del Instituto Nacional de Derechos Humanos (INDH) del día 15 de enero. A pesar que quedarse sin un ojo es un hándicap irreversible en muchas profesiones, las victimas siguen sin obtener justicia.